El primer vuelo del condor
Ya las plumas habían engrosado, la cristina encima de la cabeza se había engrosado; el pico con su curvatura estaba tomando más consistencia. Sus plumas negras como el azabache estaban más gruesas y el color destellaba a lo lejos. Ya la madre había dejado de alimentarlo y empezó a adelgazar, eran los momentos mas temidos por el. El de iniciar su primer vuelo por toda la cordillera que como papel arrugado se le mostraba como sus dominios a los cuales el tendría que sobrevolar. Solo podía ver desde su gran cumbre las nubes que se desplazaban intermitentemente cada día; cuando había mucho sol estas se derretían y se acercaba a la punta del desfiladero para mirar los hermosos parajes sembrados y sus animales. Su madre le reprendía cada vez que se acercaba más cerca del precipicio desde donde era su hogar en la cima, casi en la cima del yerupaja. El Apu de los Huaylas. Muchas veces algunos Runas se habían acercado hasta su morada, pero le miraban con respeto y se retiraban después de dejar comidas, que a el casi no le gustaban, pues era semillas, a las cuales no estaba acostumbrado. Lo mismo una agua muy oscura que olía muy fuerte. Ya habían pasado seis mese desde su nacimiento y su plumaje tierno había cambiado ya mas de una vez. La madre le decía que ya era tiempo que aprenda a volar por ser el Apu de todos los Kuntures del majestuosos Yerupaja de donde salían a volar por todos los andes, desde tierra del fuego hasta los macizos del norte donde todo el suelo era blanco y habitaban los osos color agua.
Llegó el primer día y estaba nervioso, la madre le había preparado con muy rica comida que trajo en su pico, para que tenga mas fuerzas y pueda volar conjuntamente con ella. SE puso en la punta del desfiladero mientras su madre le daba las indicaciones para poder volar. Su padre desde lejos miraba como su retoño empezaría el camino, que el también había emprendido cuando su madre y padre le hicieron hacer su primer vuelo. Enseñándole como debería poner las alas para favorecerse de las corrientes de aire que le permitirían alcanzar grandes alturas y alcanzar enormes distancias. Su padre volaba desde el su de la tierra de fuego hasta la región de los caribes, cuyo mar era muy bravo y anidaba en el seres que se comían vivos a los runas que osaran ingresar a sus mares y aguas.
La madre salió del desfiladero y se lanzo al vacio, logrando estirar todas sus alas. El joven vástago corrió tras ella y logro también estirar sus alas y sentir como el viento empujaba su cuerpo hacia lo mas alto del firmamento; podía ver en su mayor esplendor a tata wilka, quiso gritar pero a ellos se les había quitado la voz para no ofender a Tata Willka ni a la mama Quilla, pues eran los que despertaban a los mas grandes apus para que estén en la vida de los runas. Enseguida a las indicaciones, abatió más fuerte sus alas e irguió su cuello, para poder alcanzar más altura. Lo hiso por dos veces mas en forma vigorosa con todas sus fuerzas y pudo estar por encima de su gran apu yerupaja, donde estaba su hogar en los riscos mas inaccesibles, ahí junto al agua que se había convertido en piedra. Allí estaba acompañado de tata willka y mama quilla, era hermoso verlos en ambos lados y sentir que posteriormente seria el encargado de avisar a los runas la venida de uno y otro, tal como lo hizo su tata abuelo y después su tata taita. Pero para ello pasaría mucho tiempo, si eso sucedía su padre se lanzaría desde el apu, juntaría sus alas con su pico en su pecho y se lanzaría risco abajo para que pueda renacer el nuevo kuntur de Tata Willka y mama quilla, era el eterno resurgir de la raza de los protectores sagrados del gran Apu Sapa Inka, la energía de su vuelo para que los runas no olviden a sus pueblos y tengan respeto por sus naciones.
Todos los runas le miraban cuando volaba por sus cabezas y le levantaban la mano en señal de respeto. Miro también a la gran cocha que dormitaba y en cuyo seno moraban toda clase de criaturas que a los runas les gustaba sacar de sus entrañas, sobre todo los que vivían en sus cercanías.
Siguió volando dando vueltas por lo mas alto de todo el firmamento donde se encuentra el gran apu wiracocha el creador de todo lo que el kuntur ve y los runas también. Se sintió con mucha emoción que al ver a los lejos no terminaba, y le pareció que sus ojos no podrían determinar el fin de los que podría ver, ni tampoco alcanzaría para llegar a ese final del firmamento, eso le había contado su padre, que se necesitarían muchos kunturs para poder llegar, que nadie lo había hecho por molestar al gran Tata Willka. Le parecía que estaba cansándose, por ver que no llegaría con eses su primer vuelo, así que le dio señas a su madre que regresaría a casa. Su madre le señalo que seguiría ella con su vuelo, conjuntamente con su padre y que ya regresarían a cas trayéndole alimentos. Así que lo hizo y regreso a casa alegre y orgulloso de haber realizado su primer vuelo.
Túpac Isaac II
Juan Esteban Yupanqui Villalobos
Túpac Isaac II Juan Esteban Yupanqui Villalobos http://juanestebanyupanqui.blogspot.com
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