¿Que es un crédito prendario?
Los créditos prendarios son aquellos que se formalizan con la garantía de un bien mueble registrable, o prenda, siendo el ejemplo paradigmático la adquisición de un vehículo, siendo éste el bien mueble registrable, o prenda.
De esta forma, el prestatario solicita la concesión del crédito para poder adquirir el bien que será de su propiedad siempre y cuando cumpla con los requisitos de devolución del crédito concedido. Los créditos prendarios contemplan en su articulado la necesidad de buen mantenimiento del bien o prenda por parte del prestatario.
En el caso de que las cuotas del préstamo no sean devueltas en plazo, la entidad financiera tiene el derecho de ejecutar la garantía, con lo que la propiedad de la prenda pasaría a manos de la entidad, perdiendo el prestatario todo el derecho sobre ella.
Por otro lado, los créditos prendarios quedan resueltos, evidentemente, una vez que todo el capital inicial más los intereses generados durante la vigencia del préstamo han quedado saldados por parte del cliente.
Se utilizan principalmente para la financiación de la compra de vehículos, tanto por parte del departamento financiero del concesionario en el que el vehículo es adquirido, como por parte de cualquier entidad financiera habitual, ya sea un banco o caja, siendo el tipo de interés aplicado en estos créditos prendarios un punto más o menos intermedio entre el que se aplica en los créditos hipotecarios y en los créditos personales.
Para poder solicitar este tipo de créditos, como en cualquier otro, es necesario contar con un correcto historial de crédito para que la entidad financiera tenga cierta garantía de devolución del mismo, ya que ninguna entidad desea ejecutar sus créditos, sino que prefieren la devolución del dinero prestado.
Por último, los plazos de devolución de los creditos prendarios no suelen superar los 5 años, ya que no se trata de cantidades excesivas de dinero y un plazo mayor generaría un mayor coste de intereses para el prestatario y un mayor riesgo para el prestamista. Sin embargo, en ocasiones se establecen períodos de carencia del crédito, para abaratar la cuota en determinados períodos de vigencia, en los que el cliente sólo paga intereses, sin amortizar capital.
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