El relajante placer de pescar
Cuando se habla de circuitos de pesca en Mendoza, resulta inevitable que el nombre de San Rafael surja en primer lugar. Y es que esta zona cuenta con una infraestructura de alojamiento reconocida entre las mejores de la hotelería en Mendoza, un atractivo extra que se suma al de sus posibilidades de practicar pesca deportiva. Que son, por cierto, muchas y variadas. Las estrellas indiscutidas del circuito ictícola en San Rafael son los embalses de El Nihuil y Valle Grande. Ambos atraen con la promesa de truchas y pejerreyes de buen porte, y una amplia oferta de servicios para los amantes de la pesca: excursiones de pesca embarcada, amplios muelles, bien equipada campings y confortables cabañas son sólo algunos de ellos. El Club de Pescadores de El Nihuil es reconocido a nivel nacional por el importante trabajo que realiza en pos de la conservación y reproducción de la fauna ictícola de los embalses.
Muy cerca de San Rafael, a sólo 60 Km. de distancia, el Parque Provincial Diamante es hogar de mojarras, truchas de arroyo, bagres, percas y truchas marrones de buen tamaño. En las aguas de la Laguna del Diamante se permite, además, la pesca con embarcaciones de motor. Lo único difícil es tal vez concentrarse en la pesca y no en la increíble belleza del paisaje que la rodea, mitad volcánico, mitad glacial. Una maravilla que agrega un encanto extra a la tradicional foto del pescador y su presa.
El departamento de Malargüe, al sur de la provincia, remite directamente a la nieve por encontrarse allí el conocido centro de ski de Las Leñas. O, tal vez, a los exquisitos y no menos famosos chivitos al asador de Malargüe, considerados los mejores de la provincia. Pero Malargüe es además uno de los destinos obligados para los fanáticos de la pesca que eligen visitar Mendoza. ¿La razón? Más de 100 cursos de agua, entre arroyos caudalosos e impetuosos ríos, en los que la pesca se multiplica en abundancia, predominando sobre todo la presencia de truchas. El Tordillo, el Malargüe, el Salado y especialmente el Atuel son algunos de los cursos que garantizan horas de relajante actividad y pesca variada. El río Atuel resulta además ideal para la práctica del rafting, ese emocionante recorrido en bote que alterna intensos rápidos con suaves remansos en el marco de un paisaje inolvidable.
Porque combinar relax y aventura es, sin dudas, uno de los mayores atractivos del turismo en Mendoza.
Jorge Alberto Guiñazu
Hotelería en Mendoza
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