Lo que Necesitas saber sobre los Depósitos Bancarios existentes
Muchas preguntas surgen cuando nos referimos a los depósitos bancarios: ¿Cuál es el mejor depósito bancario? ¿Me conviene más una cuenta remunerada o un depósito a plazo fijo? ¿Renta fija o variable? ¿Puedo perder todo el capital invertido? Si tienes algunos ahorros y quieres obtener una buena rentabilidad por tu dinero, en este artículo aprenderás todo lo que necesitas saber sobre los tipos de depósitos bancarios que existen actualmente.
Tener tu dinero en una cuenta corriente es lo más común en estos tiempos para poder realizar cualquier tipo de operación bancaria: ingresar y retirar dinero, pagar recibos, etc.
Sin embargo, cuando se trata de tus ahorros, las cuentas corrientes no son un producto recomendable, por una sencilla razón: el interés que ofrecen es muy bajo (menos del 1% de media) y el coste de la vida y los gastos de mantenimiento se acaban “comiendo” la rentabilidad que te puedan generar.
Por lo tanto, si deseas obtener rentabilidad por tu dinero, deberías plantearte contratar un depósito bancario. Estos productos financieros te ofrecen un mayor interés a cambio de no retirar el dinero durante un cierto tiempo o de cumplir algunas condiciones. Además resultan menos complicados de lo que parece a simple vista. Vamos a analizar las distintas posibilidades.
Depósitos a la vista
Este producto, también conocido como cuenta remunerada o cuenta de ahorro, se ha puesto de moda en los últimos años. Se trata de un tipo de depósitos en forma de cuenta bancaria que te permiten disponer de tu dinero cuando quieras.
Además ofrecen una mayor rentabilidad que las cuentas corrientes (en torno al 3,5% en estos momentos) y los intereses se abonan cada mes, en lugar de al vencimiento como es habitual en los depósitos. Por contra, este tipo de cuentas de ahorro no permiten realizar operaciones como domiciliar recibos. Y para beneficiarte de sus ventajas debes tener una cuenta corriente en la entidad o contratar otros productos vinculados.
Ventajas: dan una buena rentabilidad y puedes disponer de tu dinero en cualquier momento.
Desventajas: para conseguir la máxima rentabilidad debes cumplir diversos requisitos.
Depósitos a plazo fijo o garantizados
el deposito a plazo fijo se trata del producto de ahorro más tradicional de las entidades financieras. Su mecánica es muy simple: depositas una cierta cantidad de dinero que no podrás retirar antes de una determinada fecha (pueden ser meses o años).
Al finalizar este periodo el banco o caja te devuelve el importe que has ingresado, más unos intereses que pueden llegar al 5% si contratas un depósito a largo plazo.
Esta rentabilidad te la pueden dar en dinero o en forma de regalo (un televisor, una batidora, etc.) La mayoría ofrecen la posibilidad de retirar el dinero antes si lo necesitas, pero en ese caso perderás gran parte de la rentabilidad.
Ventajas: son simples, los ofrecen todas las entidades y te dan una rentabilidad interesante.
Desventajas: no puedes disponer del dinero invertido y los intereses se pagan al vencimiento.
Depósitos mixtos o estructurados
Esta fórmula combina los depósitos garantizados con los depósitos de renta variable. De esta manera, una parte del dinero y/o los intereses está asegurada y la otra dependerá del comportamiento del indicador bursátil al cual estén vinculados.
Se trata de una opción adecuada para tener la seguridad de recuperar parte del dinero y la vez optar a conseguir una buena rentabilidad. Sin embargo, estos productos han sido polémicos en los últimos años porque algunas personas los contratan sin entenderlos y luego descubren que pueden tener pérdidas.
Ventajas: ofrecen una buena combinación entre protección y posibilidad de buenas ganancias.
Desventajas: el funcionamiento puede ser algo complicado, asegúrate de comprenderlos bien.
Contratación de los depósitos
Todos los depósitos bancarios requieren la firma de un contrato en el que se reflejan las condiciones. Es muy aconsejable que lo leas detenidamente, porque lo habitual es que en la publicidad de estos productos sólo se hable de las ventajas, pero la letra pequeña contiene importantes condiciones que debes tener en cuenta.
Una vez hayas contratado el depósito, la entidad financiera te facilitará un documento en el que se indica el titular del depósito, la entidad que lo gestiona, el plazo e importe de la imposición, el tipo de interés y con qué frecuencia te van a liquidar los rendimientos (al vencimiento, anualmente, trimestralmente, mensualmente, etc.)
Fiscalidad de los depósitos
Los intereses que obtengas por los ahorros que pongas en un depósito deberás declararlos siempre a Hacienda, muchos bancos de españa consideran esta declaración muy importante. Están sujetos a una retención del 19% para ingresos del capital mobiliario en el ejercicio fiscal superiores a 6.000 euros y todo lo que sobre pase este límite, irá al 21%.
Generalmente, el banco suele retenerte este dinero directamente, pero en cualquier caso debes incluirlo en tu próxima declaración de renta.
¿Qué depósito bancario es mejor?
Según aconsejan todos los expertos, lo más inteligente es siempre diversificar tus ahorros entre varios productos financieros: depósitos garantizados para asegurar una parte del capital y depósitos de renta variable o mixta para aprovechar las posibles subidas de la bolsa. Algunas entidades bancarias permiten estos depositos bancarios online.
En cualquier caso, infórmate bien, compara y, si no entiendes lo que estás contratando… ¡no firmes!






































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