La historia de la letra de deuda
Un breve repaso a los orígenes del sistema financiero puede llegar a esclarecer de alguna manera las causas de la quiebra del sistema financiero.
La financiación o el pago aplazado es algo que ha existido en la sociedad durante prácticamente toda la historia. Toda transacción que deje a una de las partes como deudora por un cierto periodo de tiempo se conoce como financiación. Por lo tanto, se puede decir que un hombre prehistórico recibiendo una cabeza de animal esperando dar más tarde una pieza de fruta a cambio estaba siendo financiado. Las garantías de estas operaciones no irían más que la propia palabra o la amenaza de represalias si no se cumplía lo prometido.
Avanzando en el tiempo se descubren la popularización de los créditos o pagos que requieren confianza en los siglos XVII y XVIII. Son consecuencia del aumento de los metales preciosos en los países coloniales como Gran Bretaña, España, Francia… Las transacciones comerciales se multiplican lo que hace necesario un sistema que no requiera de la presencia del dinero en todas las operaciones. Se populariza el uso del cheque o la letra de cambio. La letra de cambio era un compromiso del deudor de saldar la deuda con el acreedor en un momento posterior. Más tarde se empezó a comerciar con las letras, lo que suponía ir comprando deudas de otros con la seguridad de más tarde cobrarla.
Este sistema precisamente es el que ha llevado a la quiebra precisamente el sistema capitalista actual. Desde Estados Unidos se empezó a vender deuda de personas de dudosa confianza. Bajo una calificación de máxima calidad se vendieron a bancos de todo el mundo. Cuando estas deudas dejaron de pagarse la desconfianza en el sistema bancario produjo el cierre de transacciones. Esto llevó a una falta de financiación global lo que frenó la actividad económica de muchos países.
En la actualidad el mundo de los créditos bancarios está en el aire. Hay quien pide regularlos o controlarlos. Lo cierto es que desde que la crisis comenzó las exigencias para conseguir un préstamo han crecido sobremanera.
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