Huella ecológica y desarrollo sostenible, claves en el futuro de nuestro planeta
El medio ambiente es cada vez más una de las preocupaciones más comunes en nuestra sociedad. Cada día somos más conscientes de la dimensión finita de nuestros recursos naturales y de la necesidad de hacer un uso responsable de ellos. El concepto de desarrollo sostenible tiene bastante culpa de ello gracias a la gran difusión que ha experimentado en los últimos años. Este concepto hace referencia a un modelo de desarrollo que trata de satisfacer las necesidades de la sociedad actual sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades futuras. Es decir propone hacer un uso responsable de los recursos naturales para que las generaciones futuras puedan también disfrutar de ellos. En este contexto surge la necesidad de desarrollar indicadores sean capaces de cuantificar la sostenibilidad, proporcionando una información objetiva y precisa que permita tomar decisiones para mejorar el estatus medioambiental de nuestra sociedad.
La huella ecológica es un indicador que trata de medir la sostenibilidad en términos de superficie, de tal manera que gracias a su estudio aplicado a una población, podamos determinar qué cantidad de superficie capaz de suministrar recursos naturales requiere dicha población para satisfacer las necesidades energéticas y de bienes y servicios, según el estilo de vida que practica. Dicho de otra manera, el concepto de huella ecológica no hace otra cosa que contraponer la demanda de recursos naturales expresada en términos de superficie con la oferta de dicha superficie que pone a nuestra disposición el planeta.
Dado que nuestro planeta es finito, sus recursos también lo serán y por consecuencia la oferta de superficie productiva lo será también. Múltiples estudios de huella ecológica realizados en diversas poblaciones mundiales muestran que la huella ecológica está íntimamente unida al desarrollo económico de dichas poblaciones. De esta manera si el promedio de superficie productiva disponible por persona en el mundo son 2 hectáreas anuales, el hecho de que muchas poblaciones tengan valores muy superiores de huella significa dos cosas: en primer lugar que estamos dilapidando el capital natural de nuestro planeta; y en segundo lugar que hay muchas poblaciones que deben subsistir con menor proporción recursos.
Echando un vistazo a los estudios de huella ecológica que anualmente se publican en distintos países podremos observar datos que a todas luces resultan preocupantes. Para poder mantener el nivel promedio de consumo de recursos necesitaríamos el potencial productivo equivalente a dos planetas Tierra. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas lo antes posible, siempre orientadas hacia un consumo de recursos más responsable y en justo equilibrio con las distintas poblaciones humanas de nuestro planeta. Es necesario dar un paso hacia delante que dirija nuestros pasos hacia un modelo económico basado en el ahorro y en la concienciación de la finitud de nuestro planeta y de los recursos naturales que alberga. En este sentido, la tecnología juega un factor clave que puede redefinir la frontera de la sostenibilidad. El desarrollo de nuevas tecnologías enfocadas hacia un ahorro de recursos, como por ejemplo los servicios de fax desde internet, que permiten ahorrar el consumo de papel y tinta de impresión, puede ayudarnos en esta cruzada a favor de la sostenibilidad.
Sí pues, parece clara la necesidad de buscar nuevas vías de crecimiento que nos ayuden a optimizar nuestro nivel de consumo de recursos, en búsqueda de un futuro sostenible y prometedor para nuestras próximas generaciones.
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