Fíjate bien que te echas en las axilas

Que lío, te aplicas desodorante para espantar esos malos olores que amenazan con avergonzarte delante de la gente; logras un aroma que te hace, incluso, parecer más interesante pero resulta que ese producto que acabas de rociar debajo de tus axilas tiene una serie de componentes que pueden ser perjudiciales para tu salud.  ¿Sabes que está hecho tu desodorante?

Algunos especialistas aseguran que el uso de estos productos químicos puede originar cáncer de mama; la comunidad científica expone el hecho de que los desodorantes antitranspirantes están fabricados con aluminio, ingrediente activo que se encarga de bloquear los conductos del sudor. Al parecer, las observaciones realizadas hasta la fecha sugieren que el aluminio provoca efectos parecidos a los del estrógeno, sustancia que se ha demostrado, desarrolla el crecimiento de células cancerígenas.

A pesar de las preocupaciones manifestadas, no se ha demostrado cabalmente que el uso de estos productos de aseo tenga relación directa con el cáncer de mama; al menos eso es lo que asegura el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, el cual se basa en algunas investigaciones.  Sin embargo, la revista británica "Journal of Applied Toxicology" es más escéptica; según un artículo publicado por esta revista, hay un alto nivel de sustancias químicas llamadas paraben, componentes que tendrían la facultad de alterar hasta tal punto las hormonas  que conducirían a la formación de esta enfermedad.

Si te pones a analizar los componentes del aluminio que ya mencionábamos, encuentras que sus sales son elementos bastante tóxicos. Los desodorantes también contienen triclosan, una sustancia antibacteriana y fungicida que, según algunas pruebas realizadas con animales, es capaz de alterar la regulación hormonal. Aunque las investigaciones no son concluyentes, no en vano Canadá y Japón tienen vetado su uso.

El ftalatos es otro de los ingredientes polémicos, y dime como no lo va a ser si se encuentra también en pinturas y pesticidas. La mayoría de desodorantes y antitrasnpirantes contienen este elemento, y aunque la FDA asegure que sus efectos sobre la salud no se han podido determinar, tampoco te aseguran del todo que no son peligrosos.  

Hay muchos mitos referentes al cáncer de mama; para desviar la atención que se centra sobre el uso de los desodorantes hay quienes aseguran que este cáncer solo es hereditario; es verdad que las probabilidades de adquirirlo son más altas cuando alguien de la familia lo ha padecido, pero no es el único factor: un estudio llevado a cabo por Reuters  constató que una de cada tres mujeres que desarrollan este tipo de cáncer tiene herencia del mismo. Si eres hombre y crees que estás exento de contraer este tipo de cáncer estás equivocado; los porcentajes de cáncer de mama en varones es muy bajo, apenas alcanzan al 1%, pero igual debes cuidarte.

La polémica está abierta; hay quienes advierten sobre el peligro latente que yace sobre los ingredientes de los desodorantes y antitranspirantes y hay quienes aseguran que estos no estimulan el desarrollo de células cancerígenas. Sea que si o sea que no, investiga, asesórate y está pendiente de los ingredientes de los productos que llevas a casa; no te dejes cautivar tan solo por el nombre de una marca, ten por seguro que los estudios tendrán más que decir al respecto en un futuro, ojalá no tan lejano.