El uso de la biomasa en el mundo
La biomasa es una forma natural de obtención de energía que utiliza los residuos forestales o industriales para generar energía eléctrica o calorífica. Al aprovecharse residuos que no se pueden utilizar para otro fin, la producción mundial de biomasa supera con diferencia la producción de otro tipo de energía.
Esta energía se puede aprovechar mediante calderas o estufas de biomasa que pueden utilizar diferentes materiales para la obtención de energía. Esto significa que podemos aprovechar las ventajas de la biomasa con aparartos como estufas policombustibles, calderas de pellet o termoestufas de leña, por ejemplo.
A pesar de que la producción de combustibles basados en la biomasa, como el pellet o la leña es enorme a nivel mundial, su uso todavía no está generalizado, aún cuando sus características la convierten en una forma de obtención de energía limpia, respetuosa con el medioambiente, económica y muy eficiente. Seguimos dependiendo en más de un 90% de las energías fósiles, por lo que el papel de las energías renovables es mínimo. A la cabeza del consumo de biomasa en el mundo se sitúa Asia, muy por encima de la producción europea
Dentro del marco europeo, el consumo de biomasa supone más de la mitad del consumo de energías renovables. Francia es el país que más utiliza la biomasa como obtención de energía, seguida de Suecia y Finlandia. España se sitúa en el sexto puesto, según datos de 2007. Aunque el consumo de este tipo de energía crece cada año, estamos muy lejos de aprovechar la biomasa como principal fuente de obtención de energía y de eliminar nuestra dependencia de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo.
Aunque las previsiones para el sector de la biomasa eran muy optimistas, las recientes modificaciones en materia de energía eléctrica llevadas a cabo por el gobierno, unidas a la crisis económica mundial, hacen que este sector no esté creciendo como se preveía, y la población no está dispuesta a invertir en aparatos como estufas o calderas de biomasa.
Como dato general, se estima que hasta 2.100 no se consiga que el consumo de biomasa suponga entre el 25% y el 46% del total a nivel mundial. Esto significa que debemos esperar casi un siglo para que el consumo de este tipo de energía se generalice. Según los expertos, quizás los combustibles fósiles de los que disponemos se agoten antes de esa fecha, por lo que habría que encontrar un sustituto al carbón y el petróleo. La biomasa es, como las otras energías renovables, un recurso limpio, económico y sostenible y una buena forma de sustituir el consumo masivo de combustibles fósiles, que generan residuos muy contaminantes. Además, la producción de biomasa supera con creces la de otras energías renovables, por lo que se considera una forma de energía no perecedera.
Grupo Biosan www.calderasyestufasdebiomasa.es comunicacion@grupobiosan.com
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