Ojos de "Corderico degollao"
Durante mi quehacer diario, compruebo como la realidad de nuestra economía dista mucho respecto a lo que nos quieren hacer creer. La "economía real", esa de la calle a la que nos enfrentamos a diario, continúa sufriendo el ahogamiento mas patético y de recuperación...nada de nada, es mas, ni está ni se la espera. Ni se consume, ni se ingresa, ni se tiene confianza y quien tiene algo, se lo guarda por si acaso. Esa es la realidad vista desde un prisma objetivo y veraz.
Debido a la actividad comercial que estoy iniciando, necesito visitar innumerables comercios y empresas de mi ámbito local, y estos representan perféctamente la fotografía que refleja el atolladero en el que nos encontramos. Entrar en un establecimiento y mirar a los ojos al dueño, resulta complicado, es mas, jamás creí que las sensaciones pudieran ser tan palpables y perceptibles casi sin necesidad de hablar. La sensación de frialdad en muchos casos es manifiesta; la sola visualización de una carpeta bajo el brazo, es interpretada como "gasto a la vista". En el momento que eres radiografiado dejas de ser interesante y te conviertes en una silueta desagradable a la que hay que evitar lo antes posible. Los ojitos exultantes de interés, se tornan en corderito tras visualizar la carpetita dichosa porque obviamente vienes a ofrecer, no a demandar servicio o bien alguno.
La sensación de hartazgo generalizado resulta mas evidente cuando intercambias impresiones con un comerciante o empresario cualquiera. Sorprende ver como nadie asume recuperación alguna, es mas, sus predicciones futuras generan aún mas dudas por la limitadísima confianza que se observa a medio plazo, a lo que debemos sumar el excaso margen de confianza que depositan en los dirigentes políticos. Este último hecho me produce una gran inquietud porque si bien somos los ciudadanos con nuestro esfuerzo los que debemos sacar adelante al país, nada tendrá sentido si los gestores no colaboran articulando medidas tendentes a facilitanos la tarea.
Obviamente se toman medidas desde las institucines públicas, tendentes a conseguir dinamizar la economía y profundizar en la lucha contra los factores que nos lastran y reletizan en ese camino. Lo que ocurre, según me confirman personas que gestionan desde hace muchos años negocios de diversos tamaños y sectores, que la línea de actuación y las medidas adoptadas hasta ahora, no han tenido repercusión alguna en esa economía "REAL", que todos tocamos a diario. Las empresas, debido a su delgadez estructural y a su escasa capacidad de innovación, tampoco han sabido afrontar en muchos casos, un proceso modernizador y actual, que las coloque en la vanguardia económica y comercial dentro del competitivo mercado tanto nacional como exterior. Bien es cierto que no todas se han mostrado tan torpes y han sabido leer entre líneas y captar la dimensión de la crísis mundial.
Volviendo a nuestra economía local, quizás extrapolar dentro de sus humildes capacidades, la actuaciones de grandes corporaciones, podrían sentar una bases sólidas de futuro. En definitiva, el pequeño comercio y la pyme, tiene que actualizarse y adecuarse a la nueva realidad para prepararse de manera óptima y afrontar lo retos del futuro. Gestionar su actividad con una visión mas pragmática, dotarla de herramientas actuales, asimilar que ya no vale con <ser conocido en tu ámbito mas próximo>, sino que se debe formar parte de las nuevas tecnologías y afrontar con mas profesionalidad tu negocio, porque por suerte o por desgracia el "negocio de la tía María", ha dejado de tener cabida en el enjambre comercial actual.
Para finalizar esta reflexión bienintencionada quiero decir que entiendo absolútamente esos "ojitos de corderico degollao" al recibir una visita comercial en su negocio, pero obviamente ambos estamos en el mismo bando y luchamos por lo mismo. Conseguir estimular y crear riqueza para nuestro entorno mejorando la oferta comercial y motivando el consumo.
A ver si conseguimos mejorar http://bit.ly/1awtJnn
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