Las sombrillas de jardín y sus ventajas
Las sombrillas son los elementos que casi siempre van asociadas a los jardines. Su función protectora del sol es imprescindible si queremos disfrutar del jardín durante el máximo número de horas. Sin sombra un jardín es un solar, dependiendo de la hora del día, y sería impensable comer o almorzar sin una sombrilla en nuestro jardín.
Es cierto que hay otras estructuras cuya finalidad es protegernos del sol, y concretamente para hacerlo en nuestros jardines, igual que lo hacen las sombrillas para jardín. Estos otros accesorios pueden ser las pérgolas o los toldos.
Ventajas de las sombrillas
Pero las sombrillas presentan ventajas en comparación con el resto de estructuras, ventajas que se basan en la sencillez. Y es que las sombrillas no requieren una instalación, es suficiente con colocarlas en el lugar deseado.
Además su precio es mucho más barato, mientras que una pérgola puede costarnos unos 1000 $, podemos encontrar sombrillas de exterior, para jardín por menos de 400 $.
Otra ventaja de las sombrillas frente a sus analógicos es la movilidad, porque al no requerir una instalación pueden ubicarse donde más nos convenga, además normalmente su poco peso hace que no necesitemos ayuda para cambiarla de ubicación.
A pesar de sus cualidades de sencillez, desde que aparecieron las primeras sombrillas de jardín, redondas y de pequeñas dimensiones, con un mástil que se clavaba en un soporte sobre el suelo o en el agujero que llevan algunas mesas de jardín.
Actualmente la variedad de tipos de sombrillas de jardín ofrece muchas más posibilidades, por ejemplo están las sombrillas articuladas (o colgante) caracterizadas por estar suspendidas de un brazo articulado que permite cambiar la posición de la sombrilla en función de la hora del día o de cualquier otro factor que haga que la queramos desplazar.
Consejos para comprar sombrillas para nuestro jardín
Por último un par de recomendaciones si vamos a comprar un sombrilla para nuestro jardín:
El tamaño de la lona; cuanto mayor sea mejor, porque lógicamente cuantos más metros de lona tengamos más metros de sombra obtendremos.
El material del que esté hecha ha de ser resistente y de calidad, aunque gastemos un poco más de dinero al principio, unos materiales de calidad harán que la sombrilla dure por más tiempo.
Por último el color, aprovechando las distintas opciones que encontramos en el mercado tenemos que asegurarnos de que la sombrilla que compremos se integre con el resto de elementos de nuestro jardín.
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