La crisis del periodismo en España, entre lobbies y clientes políticos
En el contexto de la digitalización es donde el periodismo, materia de apenas 3 siglos de producción y casi uno como materia de estudio, tiene que enfrentarse a una doble crisis. En España la situación actual de la profesión es muy delicada. Por un lado, el periodismo vive una crisis de negocio ya que las empresas periodísticas año tras año han ido dajando de rentabilizar su negocio debido a la caída de publicidad y las ventas y/o suscriptores, sus principales canales de financición. Por otro lado, estas mismas empresas han querido buscar refugio a través del mercado financiero mediante acuerdos y alianzas con grupros multinacionales. En algunos casos, como el del diario El País, han sido literalmente engullidos por estas macroestructuras financieras. Esto supone poco a poco, que en los consejos de administración de estas empresas cada vez existan más sillones ocupados por consejeros cuyo interés es el lucro puro y duro. Algo muy alejado de los principios del periodista, perseguir la verdad y publicar aquello que puede ir encontra de los intereses de los ciudadanos.
Por otro lado, el segundo de los problemas del periodismo en España es su fuerte crisis de valores. La tendencia natural de los españoles ha sido ir poco a poco abandonando la lectura del periódico en papel y aumentando las consultas de noticias a través de la web. Claro, la web no genera unos ingresos tan sólidos como el de los suscriptores o la compra en el kiosco.
Sin embaro, la confianza de los lectores en los periódicos poco a poco también ha ido decreciente. Es difícil determinar porqué motivo han abandonado muchos lectores esa costumbre, si es por una cuestión del precio del ejemplar, si es porque se ha pasado a otro diario que comparte una ideología más próxima a la suya y si, sencillamente, a dejado de encontrar útil al periódico.
Lo que si se puede vislumbrar es que cada vez el periodismo está más desprestigiado. La cercanía de muchas de las principales cabezar españolas a distintos partidos políticos ha creado un entramado de cierto clientelismo entre administraciones y medios. En los medios de proximidad ese fenómeno es todavía más notable. El sistema pluralista polarizado de Hallin y Mancini (2004) que impera en el sur de Europa es permeable ante las necesidades del sistema político ha tener control de todo lo que se publica.
El notable control político de los medios ha sido percibido por la ciudadanía y han ido perdiendo la confianza depositada en ellos hasta llegar en convertirse para muchos en parte de los problemas que sufre España en estos momentos.
El periodismo necesita recuperar la confianza perdida. Para ello, un montón de recién titulados y reciclados periodistas tienen ante sí un universo digital de posibilidades por explorar.






































Registro automático