TRABAJO EN EQUIPO Y LIDERAZGO
Desde tiempos inmemorables el ser humano ha vivido en sociedad, es social por naturaleza. En gran parte el desarrollo de las ciudades modernas tal y como las conocemos depende esencialmente del trabajo colectivo.
De no ser gracias a la coordinación de nuestros antepasados hubiera sido prácticamente imposible satisfacer algunas de las necesidades básicas como las que nos menciona Maslow en su pirámide. La cacería de animales de gran tamaño, cuyas carnes y pieles fueron de gran ayuda para los antiguos habitantes del planeta, habría sido prácticamente acto de suicidio para un solo hombre. Y es que para nuestra especie, asociarse fue necesario para sobrevivir a las amenazas de la naturaleza. Aún hoy en día, ante desastres naturales y desastres o amenazas (por ejemplo, pandemias) el ser humano necesita la ayuda de los de su misma especie para salir avante.
Principalmente por ello, para mí el trabajo en equipo es de las cualidades del ser humano que más debemos de apreciar, practicar y desarrollar. Bien lo dice la descripción del valor en una empresa de clase mundial “sumamos esfuerzos para multiplicar logros”, a grandes rasgos habla de la satisfacción de lograr una meta apoyados o en conjunto con la gente que nos rodea.
Me gusta mucho ejemplificar con situaciones cotidianas conceptos tan a veces poco apreciados o reflexionados. Para el trabajo en equipo uno de los ejemplos más claros, constantes y contemporáneos me viene a la mente un club de futbol. Si bien los intereses finales pudieran ser generar ganancias para dueños, patrocinadores y hasta jugadores, dentro de la cancha la esencia es el trabajo en equipo. El máximo objetivo, el que más satisfacción deja al club es ganar. Si ganan los once hombres que están del mismo equipo y que están dentro de la cancha, cumplen su objetivo; gana el entrenador demostrando que es capaz de coordinar a un conjunto de personas para imponerse en la cancha ante los adversarios, gana la afición por sentirse satisfecha si bien no siempre del desempeño de su equipo si del resultado. A largo plazo gana la institución por atraer más patrocinadores y espectadores. Ganan incluso los patrocinadores por impulsar su marca si el equipo es muy mediático.
De ahí la magia del trabajo en equipo, en el futbol cada jugador tiene un rol. Muchas veces, como en la vida real, las carencias de uno o varios son compensadas por un esfuerzo extra de otros miembros del equipo. Para jugar bonito cada jugador, desde el portero hasta el hombre frente a la portería rival debe dar lo mejor de sí mismo. Deben moverse en armonía tanto con cómo sin el balón, la coordinación y las direcciones técnicas son parte implícita también en el grado con que él se alcance la meta.
Del concepto base del futbol, nace la necesidad de un capitán. Un líder dentro, y quizá necesariamente, fuera de la cancha. El liderazgo es parte complementaria sino es que fundamental en el trabajo en equipo.
Un líder para mi es quien toma el timón del barco, toda la tripulación conoce el destino. Pero es el capitán quien guía la dirección del barco, quien coordina a los pasajeros. Quien mantiene el rumbo y ante las adversidades debe mantener mejor que nadie la calma.
En la vida misma, como en las organizaciones, el líder guía a los jugadores aunque los mismos estén inconscientes de cual sea el rumbo y/o destino. Desarrolla y potencia las habilidades de cada uno para beneficio del grupo e inevitablemente del mismo jugador.
En las organizaciones lo que se busca es ganar. Pero esto no siempre no es posible. Un líder debe ser capaz de motivar en tiempo de vacas flacas. Jessica Bigio comenta que si hay un concepto que los directivos de Office Depot les repiten a sus empleados una y otra vez es la administración de la pobreza. Da igual si entran a trabajar en un año de excelentes resultados, la compañía siempre es austera. De lo anterior la premisa de que hay que saber ganar, pero también perder.
Para ser una empresa competitiva es preciso que el talento humano deje lo mejor de sí, si la estrategia es la apropiada será fácil alcanzar los resultados. Pero ante ciertas adversidades el estrés no debe apoderarse de la actitud de los jugadores y menos aún si han dado lo mejor ellos. Hay que recordar que siempre se está compitiendo contra algo o alguien, y la derrota también es parte del juego.
¨ponerse la camiseta¨ como coloquialmente se dice es lo que espera una empresa se sus jugadores, es tranquilizante para las mismas saber que los colaboradores están dando lo mejor de ellos mismos, y a la vez pone exige compromiso de la empresa para los mismos. Buenas prestaciones, horarios flexibles, sentido humano, reconocimiento, son algunas de las cosas que debe poner la institución para aspirar a que el jugador desarrolle un deseo total de pertenencia y permanencia para con la empresa y por lo tanto deje todo en la cancha.
El papel del líder es compartir, transmitir y promover los objetivos de la empresa con sus jugadores. Solo así cautivara las mentes de la gente y sacará lo mejor de ellas mismas. Cerca de eso está la magia que ocurre cuando un capitán captura el corazón de sus compañeros. Al recoger por ejemplo una basura o remar en el barco que el también abordó. Maquiavelo decía que no hay mejor general que aquel que trata a sus subordinados como hijo propios.
El liderazgo es un tema tan actual e importante que las empresas se enfocan a buscarlo y desarrollarlo. Es un talento. Es como en tiempos remotos la fuerza que construye pirámides y abate animales de grandes dimensiones. La acción que transforma y empuja el desarrollo.






































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