Mantenimiento de jardines, Mantenimiento del Patrimonio de la Humanidad
Dícese de jardín “terreno donde se cultivan plantas con fines ornamentales”, pero ¿es sólo eso?
Desde que el hombre ha tenido poder y riqueza ha tenido hermosos jardines, los grandes reyes, emperadores, nobles, etc. Todos ellos disfrutaban de su espacio natural personalizado. Ejemplos de ello son el Real Alcazar de Sevilla, el Patio de los naranjos de la mezquita de Córdoba, los jardines del palacio de Aranjuez o los jardines Sabatini entre muchos de los que conservamos en España. O el jardín del palacio de Versalles, la Villa de Este en Roma, Hatley Park Gardens (Vancuver), el jardín del Palacio de Verano de la Ciudad Imperial de Pequín, o Santuario HeianJingu (kyoto), unos y otros magnifican la belleza de la naturaleza, nos proporcionan espacios de paz y tranquilidad hechos a nuestra medida. El mantenimiento de jardines es una de las dedicaciones más antiguas, es el arte de engalanar con vegetación los espacios abiertos de nuestros hogares.
Sentarte a contemplar la belleza de la luz sobre las hojas al amanecer mientras cantan los pájaroso hacer una barbacoa con los amigos en el jardín, son cosas que para algunos no tiene precio. Quien tiene un jardín tiene un tesoro; tanto es así que los Jardines Históricos son considerados bienes integrantes del Patrimonio Nacional como Bien de Interés Cultural, incluso algunos son considerados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Dotando por tanto una especial relevancia al mantenimiento de jardines, que concretándose en ocasiones en acciones tan aparentemente vánales como la retirada de malas hierbas, es esencial en la conservación de espacios singulares de nuestra historia.
Pero si son un placer a disfrutar ¿Por qué es muchas veces desalentador el mantenimiento de jardines? ¿Por qué terminamos siendo esclavos de nuestros jardines? Los jardines cumplen infinitas funcionalidades, según las culturas, los climas, las actividades para las que está dedicado, etc. por tanto cada uno ha de estar diseñado en relación a sus necesidades específicas. Tener un árbol cerca de una piscina es resignarse a bañarse con hojas y darle cloro de beber al árbol; tener una madreselva cerca de la barbacoa es invitar a las avispas a comer en tu mesa; no tener un buen sistema de riego es dejar morir a tus plantas, sin embargo siempre facilitará el mantenimiento de jardines la elección de plantas autóctonas que obtengan del terreno los minerales necesarios por sí mismas. No encontrará las mismas plantas en un jardín árabe que en uno japonés. Por ello cuando se tiene un jardín lo más importante es encontrar el equilibrio entre las necesidades humanas y las de las plantas a incorporar en él, pero también conjugar las de ambos a lo largo de los años.
Cada jardín, como cada persona, es un mundo, por ello el mantenimiento de jardines es un arte ampliamente desarrollado, cada jardín cuenta algo de su dueño, cambia y crece con él. Un jardín puede contribuir a mejorar la calidad de vida de su dueño pero seguro mejora la calidad del oxígeno que respiramos todos, por lo que no podemos por menos que fomentar el mantenimiento de jardines, ya que son pedacitos del patrimonio de la humanidad.
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