El obrero es digno de su salario
Cuantas veces hemos escuchado decir en predicaciones y a líderes religiosos justificar los dineros que reciben con el propósito de expandir el evangelio con esta frase bastante trillada en el medio cristiano: “digno es el obrero de su salario”, haciendo referencia a un pasaje bíblico dicho por Pablo en 1 Timoteo 5:18, y que se ha utilizado para captar recursos por parte de las iglesias modernas, ministros, músicos, etc., etc., pero Pablo estaba predicando las palabras de Jesús cuando estableció la misión de los setenta, Jesús fue quién dijo esta frase en Lucas 10:7, lo que nunca mencionan los líderes espirituales actuales, era la forma en que Jesús los envío a predicar el evangelio de salvación, fueron enviados por su maestro sin nada, les dijo que no llevaran bolsa, ni alforja, ni calzado, es decir, vayan sin dinero, pero ahora para ir a predicar el “evangelio gratuito” que ellos llaman, necesitan pasajes de avión, hospedaje en buenos hoteles, los músicos cristianos (porque ahora no son ministros de alabanza y adoración), hacen conciertos con zonas VIP, boletos que cuestan un ojo de la cara, no se puede invitar a amigos no creyentes porque no te da la bolsa para hacerlo, el cristianismo moderno ahora es puro marketing, venden libros best seller, tienen sus buenos autos, venden discos, tienen aviones privados, etc. Será que si Jesús hubiese venido a caminar sobre la tierra en estos tiempos necesitaría todo esto, creo que no, sin nada, sin dinero, hubiera hecho lo mismo que hizo hace más de dos mil años atrás, hubiera trastornado al mundo moderno, hubiera hecho milagros, hubiera sanado enfermos donde fuera, aunque sea en media calle, no hubiese ocupado servicios de sanidades donde se le lleve una agenda, tampoco una emisora o televisora cristiana para predicar, más bien las emisoras y televisoras seculares estarían sobre Él. No estoy en contra de que las iglesias reciban dineros (ofrendas: siempre y cuando sean conforme a lo que dice la Palabra de Dios, porque los diezmos que se piden en las iglesias en la actualidad no son bíblicos) para predicar el verdadero evangelio, doctrina sana, para ayudar a los pobres, a los huérfanos, pero esto es lo que menos se hace, nunca podré estar a favor de los excesos que veo hoy, porque el Jesús al que le entregué mi corazón es muy distinto del que me muestran. Jesús les dijo a esos setenta: “coman y beban lo que les den”, es decir, no pidan gustos, hagan todo como para el Señor, el cristianismo moderno no es más que una mentira del verdadero evangelio predicado por Jesús. Y si alguien nos predica un evangelio distinto al que le hemos enseñado le dijo Pablo a los discípulos, sea anatema. Bendiciones en Cristo Jesús.






































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