LA TAREA DOCENTE FRENTE A LAS CONSTRUCCIONES SOCIALES
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
Ka therine Molina Benitez
Andres Alzate Osorio
Sirhley Johana Tabares Gallego
Cristian Camilo Mesa Macias
Resumen:
Sin las construcciones sociales el mundo en el que vivimos sería totalmente distinto al que conocemos como lo que es hoy. Una construcción que determina cómo y qué tipo de persona se debe ser dentro de determinado grupo social, ya está condenando al individuo a actuar y responder siempre a los intereses sociales y a lo que se espera de él en determinado contexto. A lo largo del siguiente escrito se desarrolla la idea, o mejor, el estereotipo social que se ha creado respecto a la capacidad de hombres y mujeres frente al área de las ciencias, siendo los primeros mejor vistos y aceptados dentro de este campo. La finalidad, es dar a conocer la información recogida frente a este ideal y sobretodo constatar qué tan presente se encuentra este en nuestro contexto, si ha sido extinguido o reforzado en nuestra sociedad. Así mismo, definir cuál es la tarea y responsabilidad que tenemos los futuros maestros frente a dicha construcción social, de qué manera debemos responder a los discursos de la sociedad frente a este estereotipo y cómo desde el aula se debe contribuir a bajar esta idea que aún sigue presente.
Palabras claves: Construcción social, ciencia, discurso, educación, maestro, sociedad.
Abstract:
Without social constructions The world we live in would be totally different from what we know as what it is today. A construction that determines how and what type of person should be within a certain social group, is already condemning the individual to act and always respond to social interests and what is expected of him in a given context. Throughout the following writing develops the idea, or rather, the social construction that has been created with regard to the capacity of men and women in the area of science, being the first best seen and accepted within this field. The purpose is to make known the information gathered regarding this ideal and above all to see how present this is in our context, if it has been extinguished or reinforced in our social group. Also, to define what is the task and responsibility that we have the future teachers in front of the social constructions, in what way we must respond to the speeches of the society in front of this stereotype and how from the classroom it must contribute to lower this idea that He's still here.
Keywords: Social construction, science, discourse, education, teacher, society.
Introducci&o acute;n
A lo largo del desarrollo histórico se ha visto reflejado cómo el papel del hombre tiene mayor relevancia que el de la mujer en determinada cultura; esto debido a diferentes escenarios donde política, social, económica y jurídicamente ha sido el hombre quien tiene mayor posibilidad de participación, porque ha sido visto como el que “da la cara”, el “apto” para buscar un desarrollo social; mientras que la mujer, ha sido desde el principio de la historia como la delicada ama de casa que sólo está para los quehaceres del hogar y cargar los hijos en su vientre. Un aspecto importante que da cuerpo a esta idea es el de “las construcciones sociales” que se han formado como una representación y concepción de lo que es el mundo y el papel que cada género viene a desempeñar en este.
Dicho de otro modo, en palabras de Frigerio y Diker (2008): “nuestras representaciones sobre los demás, sobre nosotros mismos, sobre la situación social en la que tienen lugar las interacciones, sobre las posiciones sociales (de los otros y nuestra) y sobre la relación entre esas posiciones (de subordinación, de jerarquía, de simetría, etc.) orientan no sólo nuestro modo de mirar y entender el mundo social, sino también nuestras prácticas. Estas nos orientan en nuestro tránsito por el mundo, indicándonos qué mirar, cómo mirar, cómo nombrar y cómo actuar”.[1]
S omos un grupo de estudiantes pertenecientes a la licenciatura en matemáticas y física de la Universidad de Antioquia en la ciudad de Medellín, y al comparar el número de hombres con el de mujeres, encontramos que en nuestra licenciatura el número de los primeros exceden a las segundas. Lo anterior, nos lleva a plantearnos ¿qué tan presente se encuentra el estereotipo de que los hombres son más capaces que las mujeres en el área de matemáticas en nuestro contexto? Y si esto sigue presente, ¿Cuál es la tarea que tenemos nosotros como docentes en formación en el área de la ciencia frente a esta construcción social?
Contextualización y resultados investigativos
Si damos un vistazo a la historia, hace aproximadamente 8000 años, surge con el patriarcado la necesidad de la existencia de un ser doméstico y a su vez se delegó este papel a la mujer hasta el punto de que la educación (como la conocemos hoy) para las mismas no lo acogía este ideal. “En un inicio, la educación de las mujeres giraba en torno a los rezos, el aprendizaje doméstico y la exclusión de algunas materias descritas para los hombres. Se argumentaba que las niñas no debían estudiar ni necesitaban una cultura profunda, pues ello las podía alejar de su función principal: la de esposas y madres”[2](Castillo, gamboa. 2013). Sin embargo, la trascendencia de la mujer ha cambiado, actualmente, se le permite estar en espacios de divulgación y conocimiento, aunque el ideal de papel para la mujer no desaparece por completo, provocando en ellas un sentimiento de inferioridad, sobre todo para carreras que en un principio fueron diseñadas para los hombres. “El sexismo provoca consecuencias negativas para todos los individuos, pues limita sus posibilidades como persona y les niega determinados comportamientos, duplicándose éstas para las mujeres, pues la sitúa en una posición de inferioridad y de dependencia.”[3] (Castillo, gamboa. 2013).
Si bien las sociedades han sido lideradas por hombres y por las políticas escritas por ellos mismos, esto hace que se genere el machismo dentro de la sociedad, cuando esta actitud se extiende por todo el factor social, se ven comprometidas de una manera no equitativa sus ramas: la comunicación social, la historia, el derecho, la ciencia política, la sociología, la psicología y la educación.
Anteriormente la educación dentro de la escuela era ejercida únicamente por profesores; cuando las mujeres pudieron ejercer su participación como docentes en la escuela, en su contrato aparecían catorce requisitos, como, por ejemplo: no ser casada, no andar con hombres, no fumar, no maquillarse, etc.; lo que claramente marcaba una diferencia entre los beneficios o derechos que recibe cada género dentro de este campo educativo.
La educación no solo forma trabajadores, forma personas y sus capacidades para poder razonar por sí mismas, si esta actitud machista sigue persistente en las sociedades y por ende afectado de una manera directa a una de sus ramas más importantes como lo es la educación, privilegiando a los hombres, entonces su formación se verá afectada por dicha actitud machista. Por tal motivo y todo la contextualización dada anteriormente, nos permitimos concluir que el rastreo realizado mediante las entrevistas recogidas, es una potente base para el planteamiento inicial, pues como afirma Castillo y Gamboa: “A los hombres se les
ha educado para que orienten la actividad científica”[4] (tomado de Graña, 2008). Sin embargo, con la forma de pensamiento actual reflejada y todos los cambios que se han generado, nos preguntamos si ¿será posible que los jóvenes ya no tengan interiorizado el pensamiento “hombres: ciencia, mujeres: hogar”? Con el fin de tener un panorama un poco más amplio e interesante de todos estos planteamientos, se realizaron entrevistas a públicos distintos: niños, adolescentes, jóvenes universitarios y docentes de diferentes ramas del conocimiento, indagando por el papel del género en la ciencia hoy en día. Así mismo, enriquecer nuestra formación docente con todos estas maneras de pensar para constatar qué tan cierto y presente se encuentra todo lo anteriormente planteado, pero al mismo tiempo cuestionarnos sobre nuestra tarea docente y de qué manera vamos a responder desde el aula frente a todas las construcciones y discursos sociales (especialmente la descrita en nuestro enfoque investigativo), como seres críticos y que transmite a sus estudiantes todo lo posible que logre desarrollar su pensamiento y percepción de lo que es el mundo.
Ahora bien, ¿qué nos dicen las personas de esto?
Para dar inicio a la recolección de información y opiniones acerca del tema mediante las entrevistas, se indaga en determinados colegios, universidades y centros turísticos de la ciudad de Medellín como el parque de los deseos, se les pregunta algo muy puntual, ¿quién es mejor en matemáticas, hombres o mujeres?
Liberándonos del estereotipo las respuestas fueron muy balanceadas; hubo una igualdad de votos para mujeres y para hombres e incluso afirmaban que ambos tenían la misma capacidad; sin embargo, sí hubo una particularidad, la mayoría de chicos votaban por las mujeres y estas a su vez brindaron su voto a los hombres. Esto nos revela que el estereotipo sigue presente pero no con tanta fuerza como en sus inicios cuando fue constituido.
Otra pregunta que se realizó fue: ¿qué tan presente está el estereotipo?
Rescatando algunas respuestas:
- Está muy presente, porque los jóvenes se lo creen, y por tanto se limitan en sus capacidades.
- Aún existen muchas personas que lo consideran.
- Está muy presente, porque muchas carreras así lo muestran y más aquellas que pertenecen a áreas de exactas y además porque no se inculca la cultura científica.
- No creo en el estereotipo, porque si así fuera volveríamos al tiempo del machismo.
- Independientemente del estereotipo los hombres son muy capaces de adaptarse a una sociedad.
- Aún existe, pero es muy posible que al cabo de unos años ya no esté, pues apenas se están dando los primeros pasos.
- Aún está presente, pero se está neutralizando.
- Se sigue marcando, aunque se han dado avances significativos, pero aún falta mucho.
¿El género determina el nivel en las matemáticas?
- La parte cognitiva de una persona no depende de su género.
- No, creo que depende de la empatía que existe entre el maestro y el alumno.
- Quizá exista una diferencia biológica que pueda ayudar a esta distinción.
- Creo que depende del ánimo para enfrentar los problemas, no del género, no nos levantamos diciendo: “hoy amanecí muy mujer, no me enfrentaré a matemáticas”.
- Los hombres y las mujeres tienen la misma capacidad de romper esquemas.
Y, por último, una cuarta pregunta que se realizó, fue: ¿Es posible que las construcciones sociales determinen la capacidad de los hombres y mujeres en el área de las ciencias?
- Si es posible, porque ahora los jóvenes se creen todo lo que les dicen y además se vuelve cultural.
- Sí, porque ésta dicta que existe una diferencia entre los hombres y las mujeres.
- Es innegable que estas no lo hagan, porque el ser humano hace parte de la sociedad, no es una isla aparte.
Teniendo en cuenta las posturas de estas diferentes personas entrevistadas, lo que realmente nos importa no es la respuesta como tal, sino más bien, lo que se deja entrever en las diferentes maneras de pensar y responder frente a determinada situación.
Haciendo un recuento, se evidencia que efectivamente sí ha existido o existe este estereotipo; pero también se clarifica que al ser las personas las que han creado esto, son ellas mismas las encargadas de hacer que esto poco a poco vaya desapareciendo o baje su fortaleza, lo cual, sin duda alguna y como mencionaron algunos de los entrevistados: “se está neutralizando”, “se han dado los primeros pasos hacia su desaparición”; pero aún así sigue presente. Ahora bien, si bien se ha hecho una aproximación de que sí existe y aún sigue vigente, ¿cómo influye esto en nuestro quehacer docente?, ¿cuál es nuestra tarea frente a este ideal para que desde el aula de clases no se siga fortaleciendo?; si bien es algo muy crítico de contestar, es también muy importante reflexionar sobre ello porque si como personas deseamos cambios cada vez mejores para nuestra sociedad, en nuestra tarea docente está la obligación y la necesidad de repensarnos y aportar a que dichos cambios sean cada vez más reflejados y beneficiosos.
Desde las aulas de clases de diferentes espacios, tanto en universidades como instituciones escolares o colegios, se nos impulsa a tener este tipo de estereotipo arraigado a nuestra manera de pensar, porque es desde estos espacios donde se nos muestra el campo de la ciencia pero fundamentalmente donde sus partícipes y creadores son hombres, masculinos que opacan el papel de quizá muchas grandes femeninas que influenciaron enormemente en este campo y sólo por el simple hecho de ser mujer y no tener una igualdad de derechos y condiciones respecto a los hombres, no se reconocía su gran aporte a esta área. Es quizá este uno de los principales motivos que indirectamente nos afecta a nosotros los maestros en formación, porque en vez de cuestionarnos sobre el por qué es así,
simplemente lo adoptamos y llevamos ese mismo reflejo inconsciente al salón de clases y se lo transmitimos a nuestros estudiantes. Es aquí, en este punto donde está la importancia de nuestra tarea docente, donde debemos hacer un alto en el camino y pensarnos, pensar en lo que me dice, me muestra y me refleja el entorno; es aquí donde debemos buscar la manera de responder a esos discursos de la mejor manera para no seguir cayendo en el error de reforzar lo que tal vez en algún momento quisimos desechar.
Conclusiones:
- Es indispensable que como maestros entendamos que nuestra posición frente a las construcciones sociales no es juzgar, rechazar o acoger, sino más bien entender y ser conscientes que no existe un único y determinado factor que me defina algo, sino que influyen diferentes aspectos que constituyen la realidad que hemos creado.
- Cuando Zapata y Rocha (2013) plantean: “Aunque los niños y las niñas se sienten en el mismo salón de clase, escuchen al mismo profesor y usen los mismos libros de texto, estos dos grupos experimentan una educación diferente. Para las niñas hay expectativas mucho más bajas que para los niños y hay mucho menos oportunidades de participación en clase y de retroalimentación útil por parte del profesor”[5]; es evidente que el docente influye enormemente en esta construcción social, porque como ya se mencionó, lo que hace es reforzarlo desde el aula. Es por esto, que como maestros debemos nivelar esas expectativas frente a nuestros estudiantes, no esperar mas o menos de algunos por la condición de género, sino más bien potenciar las habilidades y destrezas, brindar las herramientas necesarias, incentivar mediante las estrategias en clase para fomentar el interés; pero sobretodo dar igualdad de oportunidades y participación para que la confianza por parte de tanto niños como niñas no se vea afectada por otros.
Solo piensa y recuerda que “el hombre es un clasificador que se clasifica clasificando”
- Pierre Bourdieu
Referencias:
Frigerio , G., & Diker, G. (2008). Infancia y derechos: Las raíces de la sostenibilidad. Aportes para un porvenir.
Castillo M, Gamboa R. (2013). Vinculación de la educación y género. vol. 13.
Zapata L, Rocha P, (2013). Equidad de género en la clase de matemáticas.
r [1] Frigerio, G., & Diker, G. (2008). Infancia y derechos: Las raíces de la sostenibilidad. Aportes para un porvenir, p. 39.
[2] Castillo M, Gamboa R. (2013). Vinculación de la educación y género. vol. 13, no 1, p. 2.
[3] Castillo M, Gamboa R. (2013). Vinculación de la educación y género. vol. 13, no 1, p. 3.
[4] Castillo M, Gamboa R. (2013). Vinculación de la educación y género. vol. 13, no 1, p. 2.
[5] Zapata L, Rocha P, (2013). Equidad de género en la clase de matemáticas. P, 4.
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