Lo que debes saber sobre la limpieza de fachadas

Debido a la exposición a los elementos, contaminación, vandalismo (grafitis), animales u otros factores, puede que en algunos casos la apariencia de una fachada cambie en cuestión de días. Es por eso que muchos propietarios se dedican a la limpieza de las fachadas y su buen mantenimiento casi de forma rutinaria y permanente.

Sin importar que tanto tiempo y esfuerzo dediquemos a un edificio durante el proceso de construcción; va a llegar un punto en el que el paso del tiempo va a notarse. Si todo se tratara del paso de los años, no habría problema; pero, con las fachadas, esto no es así.

¿Significa esto que no existe alguna forma sencilla de mantener pulcra la apariencia de la infraestructura? No. Aunque en algunos casos se requieren grandes inversiones de dinero, un cuidado preventivo puede evitar estos gastos excesivos.  Claro, hay que tomar en cuenta la raíz del problema, pero en sí, siempre se puede simplificar el proceso de limpieza de fachadas.

Es necesario tener claro cuál de estas dos acciones necesita una fachada. Puede que en algunos caso parezca que se necesitar demoler por completo para solucionar el problema, pero la realidad es que las opciones costosas no son siempre la única salida.

¿Por qué podemos decir esto? Porque en estructuras de este tipo, en las cuales los vecinos se desenvuelven como comunidades, este tipo de gastos elevados no suelen ser aceptados por todos o aprobados.

Por ello, se necesita determinar la gravedad de la situación antes de actuar. Previamente, hemos mencionado algunas de las causas por las cuales una fachada desluce, por ejemplo:

• Medio Ambiente: Un clima ventoso puede arrastrar objetos poco agradables a la vista y, en algunos casos, hasta malos olores. Un clima lluvioso y las manos de alguien contra una pared clara, pueden generar manchas que se percibirán luego que finalice la lluvia, incluso el paso de un vehículo a alta velocidad puede crear manchas de salpicadura en la fachada.
• Mascotas: Animales que se rascan contra una pared o juguetean en la zona dejando marcas de sus huellas en lugares donde no esperamos verlas; también puede que hagan sus necesidades en la pared en un descuido de los dueños, son situaciones que le quitan pulcritud a la fachada de un edificio.

¿Será que para solucionar estos problemas, necesitamos pasar por un proceso de reconstrucción total? No, veamos algunos métodos a seguir para realizar una limpieza de fachada.

Primeramente, necesitamos contar con un presupuesto. Dependiendo de los arreglos, tipo de pintura, color elegido y detalles de la fachada, puede que necesitemos simplemente algunas esponjas o pañuelos. En otros, es posible el uso de alguna sustancia química para remover algunos tipos de manchas o pintura (de grafitis).

¿De qué dependerá la herramienta que utilicemos? De tres factores:

• La textura del revestimiento de la fachada: conocer el material con el que fue fabricada nos facilitara esta información, gracias a la cual podemos determinar que elemento es el más adecuado para realizar la limpieza sin dañar la fachada en el proceso.
• Tipo de Suciedad: Así como las manchas y marcas se generan por diversos factores, el proceso que elijamos para la limpieza también dependerá del tipo de suciedad que afecte la fachada.
• Cantidad de tratamientos previos: es importante conocer esta información, así como cuánto tiempo transcurre entre cada proceso de limpieza ya que el uso excesivo de productos químicos o cualquier elemento que utilicemos para la limpieza, puede generar un desgaste más rápido; esto complicaría nuestra labor en lugar de agilizarla.

En otros casos, puede que la falta de este mantenimiento periódico haya creado manchas persistentes y difíciles de eliminar. En estos casos, si será necesario realizar un gasto mayor y recurrir a una empresa especializada en la limpieza de fachadas.

Podemos aprovechar la contratación de este servicio para solicitar más asesoría sobre cómo cuidar esta parte de nuestra propiedad, que tipo de químicos debemos utilizar e, incluso cuales debemos evitar. Todo esto con el fin de preservar la buena apariencia de la fachada de nuestro edificio.