¿Qué se puede decir de la ética?
Al menos hay más, de quienes siendo profesionales de la educación piensan, razonan, critican y obran de manera correcta. Es penoso descubrir el velo de la realidad educativa y atisbar la existencia de muchos profesores que han ido trayendo a abajo la naturaleza de la educación, en sus diferentes niveles y modalidades.
Ser profesor es de por sí una responsabilidad así como un orgullo; si bien fue una profesión que largo tiempo fue tenida a menos que las demás, es cierto que de ella parten y se hacen las demás, por lo menos en su esencia y origen. No hay por tanto adjetivo vilipendiable para esta imprescindible profesión de la que todo ser humano se vale para surgir y propiciar el desarrollo de sus descendientes.
Pero la vida actual con todos sus reveses ha creado una esfera altamente perjudicial, y esto va desde las ausencias de valores en la formación de familia e individuos, como en la "necesidad" que muchas veces se disfraza para ser impune al tratamiento oportuno y drástico que merece al sumergirse en el delito.
Muchos profesores en aulas no conciben de manera conciente que su contacto con tacto es con seres humanos que esperan no solamente oportunidades para aprender conocimientos, desarrollar habilidades con apoyo y dirección de aquellos; sino que también necesitan crecer en el trato agradable y respetuoso, en un marco de la buena convivencia y en aceptación de un ambiente democrático.
La situación particular de cada profesor, vitalidad o enfermedad, preocupaciones y tensiones personales o familiares, no deberían primar sobre la real y enfática misión que tiene frente a sus estudiantes. Ni hablar de las condiciones apremiantes en muchos casos del sustento económico que los agobia, pero que no representa de ninguna forma un actuar válido, buscando cubrir necesidades personales a costa de la atención que merecen los estudiantes.
Principios, valores, buenos hábitos, manera decente y valiosa de vivir, es lo que hace falta en muchos de los profesores de hoy en día. No en vano decíamos antes que los años idos fueron mejores.

Patricio Pantera





































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