Las alegrías de Gaby Espino

Gaby Espino nació en Caracas el 15 de noviembre de 1977.  Sus padres se divorciaron cuando ella era una niña y hoy día es la mayor de sus cuatro hermanos: Andreina,  Nelly,  Gustavo y Mariano. Su infancia transcurrió en diversos lugares como Caracas, Maracay, Puerto Ordaz y Brasil.

Espino ha protagonizado unas catorce novelas, si bien ha tenido una participación especial en el cine, el teatro y se ha destacado con éxito en la animación, el modelaje y los negocios.

Gaby cree en el amor y en la capacidad de la mujer para poder trabajar en varios proyectos casi simultáneamente. Según ella, la responsabilidad, la organización, la constancia y la voluntad para conseguir los sueños, son hábitos que necesitan ser asumidos como tales. Quien hace lo que realmente le gusta, trabaja con amor y proyecta amor, con lo cual se abren infinidades de puertas que permiten alcanzar los sueños.

Su gran pasión es la telenovela.  Su placer “culposo” es la Nutella y el fondant de chocolate; le gusta comer comida “chatarra”, los dulces y comer en la calle, pero por su profesión y el cuidado de su salud, lleva una dieta saludable acompañada de ejercicios cuando la rutina de trabajo se lo permite.

Le encanta coleccionar lentes, le gusta los labiales, las cremas y la línea de belleza que le permiten a la mujer verse más femenina y sensual. Es fanática de los masajes y de los tratamientos de belleza. Le desagrada de su cuerpo la celulitis, como también el tráfico, el calor, la mentira y la falta de lealtad.

Es decidida, inteligente, tenaz, bella, curvilínea, eficiente, sistemática, alegre, noble y de armas tomar si se trata de defender a su familia, defenderse a sí misma o una causa justa. Tiene carácter y no es tan dócil, aunque no por ello es una persona arrogante, sino más bien carismática y sencilla.

Confiesa ser exagerada y alegre. Le gusta las cosas claras y trata con respeto a los demás. En la intimidad de su hogar, se considera una persona normal y corriente. Anda en jeans, con Converse, cero tacones. Le encanta estar cómoda, como cualquier otra persona con un trabajo distinto.

Es perfeccionista con su físico, pero floja. Cuando se lo propone come bien, va al gimnasio y entrena. Cuando tiene fotos importantes se pone a dieta bien rígida. Prefiere la versatilidad en lugar de lo monótono y aburrido. Es capaz de reconocer sus fortalezas y debilidades, liberar el rencor para ser auténtica. Se considera símbolo de la mujer luchadora, responsable, trabajadora, con buenos sentimientos que ama a su familia.

Como madre, sus hijos llegaron a su vida para realizar cambios positivos que apuntan a valorar aún más a la familia y a comprometerse responsablemente con los proyectos y deseos. Ha sido la maternidad la que la ha llevado a tener una residencia fija en Miami, a ser perseverante en los sueños para así servir de ejemplo a sus hijos, a establecer horarios de trabajo para poder compartir con ellos. En suma, su familia la ha llevado a ser organizada para seguir cultivando el éxito en cada una de sus áreas vitales, haciéndola sentir totalmente plena con su género, con su espíritu y, en el mejor sentido del término, con su ego.

Aunque gracias a ello consiguió el éxito internacional, irse de su país fue una decisión muy difícil para la actriz venezolana. Hoy día Venezuela sigue siendo su herida, su añoranza y su más lindo recuerdo. Estar lejos de su patria la ha llevado a admirar la sangre caribeña que lleva por sus venas; enseñarles a sus hijos que, pese a la distancia, son venezolanos y se deben sentir orgullosos de esto.

Compartir con otros latinoamericanos la pantalla chica, la ha hecho también más tolerante, decidida y madura profesionalmente hablando, porque sus personajes la han llevado a experimentar otra visión de mundo en la que ella decide lo que quiere imaginar y materializar para sí y su familia. 

Gaby brinda su colaboración, apoyo y alegrías a las familias que lo necesiten. Sus gestos de solidaridad muestran la sensibilidad de una persona que cree en la bondad y el bien, y en la retribución del amor recibido.