¿Son beneficiosas las fantasías sexuales?
Cualquiera, hombre o mujer, ha tenido alguna fantasía sexual en algún momento de sus vidas. Freud las definió como "representaciones no destinadas a ejecutarse". Se producen de forma voluntaria o involuntaria en nuestra mente. Comienzan con la pubertad y acompañan al ser humano durante toda su vida. La palabra, como tal, proviene del latín phantasĭa, y esta a su vez procede del griego phantasía, representación.
Las personas discretas
Muchas personas, sobre todo las mujeres, evitan hablar sobre el sexo y sus variantes de las fantasías sexuales aún más. En realidad, las fantasías sexuales siempre han existido, y existen diferentes maneras de imaginarlas, pero evidentemente no son evitables. Por eso en vez de luchar contra ellas se deben aprovechar y saber sacarles todos los beneficios posibles.
Para que sean buenas, solo deben ser fantasías
Por encontrarse en nuestra imaginación, las fantasías sexuales pueden perder el efecto estimulante en el supuesto caso de que se llevaran a la práctica, pues la idealización o imaginación permite a la mente evitar o imaginar detalles que en la vida real harían de una fantasía algo muy difícil de concretar o quizás hasta imposible de realizar. Una fantasía sexual puede convertirse en una mala experiencia si se hace realidad.
Fantasías sexuales compartidas
Se debe tener en cuenta el compartir las fantasías o no con la pareja, pues al hacerla colectiva, la fantasía pierde esa señal de exclusividad. La variante de hacer realidad o compartir las fantasías queda al arbitrio de cada cual. Lo más importante de todo esto es subrayar a la fantasía como afrodisíaco y un buen antídoto efectivo para contrarrestar una aburrida realidad y mantener la fidelidad marital.
Y quien tiene la suficiente competencia de comunicar sus fantasías sexuales con la pareja, con seguridad la relación sexual entre los dos debe mejorar, pues florece la comunicación y la vida sexual es más deliciosa por dar rienda suelta a las fantasías sexuales creadas entre los dos. Se fortifica la camaradería y eso beneficia el contacto y la recompensa sexual. Con las fantasías sexuales se elimina lo rutinario en una pareja, pues la monotonía es uno de los mayores peligros la estabilidad en esas dos personas. Gracias a los beneficios de las fantasías sexuales, se puede estimular el deseo sexual, así como la pasión. Hay que soltar a la imaginación y dejarse llevar por las fantasías sexuales que se elaboran mentalmente.
Jamás se debe rebatir una fantasía sexual pues además de ser una fantasía, no se debe evitar. Si la fantasía es demasiado complicada o no es aceptada socialmente, en ese caso, es la propia persona quien determina si la debe comunicar a su pareja o no. Las fantasías son personales y creadas en una sola mente y no se pueden evitar y por eso es muy conveniente para el cuerpo y para el espíritu dejarse llevar por esas propias fantasías.
Al compartirla o no con la pareja, o sea al tornarla de los demás, pierde ese toque de exclusividad. La opción de hacer realidad o compartir las fantasías queda al libre albedrío. Lo más importante de todo esto es destacar a la fantasía como afrodisíaco y como el único antídoto efectivo para contrarrestar la monotonía sexual.
Otras ventajas de las fantasías sexuales
Las fantasías sexuales de hombres y de mujeres que fantasean ambos al mismo nivel solo que en diferente forma, ayudan a eliminar el estrés, el cansancio y actúan como relajante. Quien tiene fantasías sexuales duerme mejor y transita a un estado de bienandanza particular ideal y así mismo ayudan a mejorar la propia imagen.
No confundir fantasía con deseo sexual
Otro aspecto necesario de aclarar es que es muy común confundir a la fantasía con el deseo sexual, pues ambos conceptos se limitan solamente a un cuadro mental sobre la misma circunstancia, la sexualidad; pero mientras la primera se refiere a la invocación de una "situación ficticia", el deseo es la anticipación de una "situación real".
Fantasías sexuales, infidelidad y enfermedad
Las fantasías sexuales que involucran la infidelidad son mal vistos, sin embargo, según investigaciones realizadas la presencia de fantasías sexuales no es un componente definitivo a la hora de ser infiel a la pareja, aunque las personas que son infieles tienden a tener más fantasías sexuales que la media.
Las fantasías sexuales son consideradas enfermizas cuando al realizarse comienzan a afectar la vida del individuo o cuando se instauran como la única forma de llegar al orgasmo. En estas situaciones se cae en el terreno de las parafilias, donde el objetivo sexual está antecedido por fantasías y deseos sexuales apremiantes que deben llevarse a cabo; en esos casos la copulación de los partes no es el fin del acto sexual sino solo ejecutar la situación generada por la obsesión de la persona que la padece.
Mensaje a las parejas estables
Los especialistas en sexología recomiendan que las parejas estables lleven sus fantasías sexuales a la realidad en forma de juegos sexuales, con el fin de reavivar y estimular la vida sexual de la pareja al hacerla más variada.

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