Pasolini, filmografía y asesisato
A lo largo de su filmografía, Pasolini abordó temas polémicos y tabúes como la homosexualidad, la religión y el fascismo, con un estilo único que siempre le mantuvo en el ojo del huracán, con fervientes admiradores y detractores.
Su primer largometraje, «Accattone«, es una historia de amor y violencia en el mundo del hampa, y estableció algunos de los temas que caracterizarían su obra: la marginalidad y la desigualdad social. Mientras Visconti y Antonioni miraban a la burguesía, Pasolini se centraba en los barrios marginales. En palabras de Ennio Morricone, «al principio Pasolini no tenía mucho oficio, pero sabía utilizar la cámara a su manera. La mantenía inmóvil, en largos planos secuencia, un poco como hicieron luego los hermanos Taviani. Además, sabía elegir muy bien las caras, los rostros y a menudo se inventaba personajes memorables». Pasolini conoce el cine y ama la pintura, principalmente el Trecento. En palabras suyas, «mi gusto respecto al cine no es de origen cinematográfico sino figurativo y lo que tengo en la cabeza como visión, como campo visual, son los frescos de Masaccio, de Giotto, que son los pintores que más me gustan, junto a ciertos manieristas …»
Bernardo Bertolucci, cuando ya era un director consagrado años después de haber ganado nueve Oscar con El último emperador, haría el siguiente reconocimiento: «Seguramente hay cosas de mis inicios en el cine que vienen directamente de Pier Paolo. Tuve la suerte de haber visto a alguien que inventaba el cine. Yo he visto el nacimiento del cine. Esto es un recuerdo que no se olvida jamás. Este recuerdo me vuelve a menudo, sobre todo cuando estoy rodando y llego al punto en que me pierdo y no sé adónde ir. Entonces mi salvación está en el retorno a los orígenes. Y el origen es Accattone de Pasolini».
En su siguiente obra, «Mamma Roma«, sigue la vida de una mujer que trata de salir de la pobreza en la Roma de posguerra abordando por primera vez el tema de la relación madre-hijo que, en palabras de Miguel Dalmau, preside su propia vida. En la película sustituye en su mente a su sacrificada madre por Anna Magnani. Las referencias pictóricas se encuentran desde la primera escena, inspirada en La última Cena de Leonardo Da Vinci, hasta la última en la que el protagonista recuerda al Cristo de Mantegna.
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Agustí Amorós http://www.miazotea.com





































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