Plinio López, constructor de horizontes (Primera parte)
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No es sacerdote pero muchos desean confesarse con él. No es médico pero conoce mil remedios. No es montañista pero está acostumbrado a ver el mundo desde arriba. No es psicólogo pero da consejos para una vida más feliz. No es el ministro de hacienda, pero tiene la economía del país en la cabeza. Su profesión es economista. Su vocación, maestro. Su gentilicio, maicaero y su nombre: Plinio López Jiménez.
Lo conocí una calurosa mañana del mes de agosto de 1.983. El alcalde de la época nos había concedido una audiencia y todos los directivos de la asociación de Estudiantes de la Universidad de la Guajira Residentes en Maicao (Eugrem) acudimos a plantearle las necesidades más sentidas de la organización.
Allí se encontraba sin, que nadie lo hubiera invitado, un estudiante nuevo, de los tantos que se matriculaban al inicio de semestre. Durante la entrevista con el mandatario municipal hizo unos aportes muy interesantes y además de las consabidas peticiones de gasolina, llantas, repuestos y pago para los conductores, formulaba propuestas relacionadas con programas de alfabetización, campañas de arbo rización y cosas por el estilo de interés para todos los asistentes a la reunión.
Cuando salimos me propuse conocer la identidad de este sorprendente primíparo y al hacer las averiguaciones me llevé la sorpresa de mi vida: el presunto estudiante de primer semestre resultó ser un docente recién vinculado a la Universidad y, para mejores señas, residente en Maicao . El nuevo profesor se vuelve un compañero más y desde ese entonces estuvo a nuestro lado en las más importantes luchas libradas desde la organización estudiantil.
El civismo parecía ser en él un vicio. Mantenía incólumes las energías acumuladas durante sus tiempos de estudiante de la Facultad de Economía de la Universidad del Atlántico y siempre las tuvo disponibles para todas las iniciativas en las que nos involucramos, entre ellas, la fundación de la Casa de la Cultura de Maicao, el inicio de la Universidad de la Guajira Extensión Maicao, la puesta en el aire del programa radial Vida Universitaria y la radiotón mediante la cual conseguimos los recursos para la compra de nuestro primer bus. Plinio era un profesor con cara de estudiante y corazón de pueblo.
A tal punto llegó el aprecio de los estudiantes que en más de una ocasión lo propusieron para presidir la asociación que nos representaba. Él siempre declinó el ofrecimiento pero siguió adelante en la lucha. Y llegó a convertirse en el padrino, en el padre putativo de todos.
Los profesores de la Universidad, cuando se encontraban con el caso de alguien desaplicado en su asignatura, sabían cual era la solución: ponerle las quejas a Plinio, quien utilizaba todos los medios persuasivos a su alcance para recuperar a la «oveja negra» de la familia universitaria. Plinio nació en Maicao el 12 de julio de1.952 en el hogar formado por Carlos López Machado y Octavia Jiménez, comerciantes de profesión.
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Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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