Joako Murgas: el Rey de los escenarios
Homenaje para el rey de los escenarios
El tiempo últimamente está pasando rápido. Pero verdaderamente rápido. No de otra manera se explica que hayan transcurrido siete años desde cuando partió hacia la eternidad Joako Murgas, el rey de los escenarios. La noticia sobre la muerte de este amigo y alumno ha sido una de las más malas de cuantas haya recibido en mi vida. Según los manuales del periodismo uno debe aprender a no asombrarse de nada, pero la partida de un amigo siempre nos dejará perplejos.
Recién llegado a Maicao luego de un viaje en el que cumplí compromisos académicos me recogió en el terminal Duarte, el taxista más amable de la ciudad. No me dejó acomodar bien cuando soltó, sin anestesia, la mala nueva: nuestro común amigo había muerto víctima de un trágico accidente. El ánimo cambió enseguida. La alegría del regreso a casa se transformó en melancolía. Ahora el alma estaba arrugada y la mente se llenó con los recuerdos del amigo. Mis manos se pusieron rígidas y mi semblante pálido. La vista se me nubló y comprendí que estaba nuevamente llorando como lo hice cuando partió Armando Correa Saavedra, otro cercano colega en las luchas cotidianas del periodismo, quien se había ido dos años antes.
Era el 22 de marzo del 2.003 y nada hacía presagiar el destino de ese muchacho alegre y animoso, quien todos los días llenaba con su voz melodiosa los hogares de la Guajira a través de la radio. La vida le alcanzó para ser locutor, periodista, animador, estudiante universitario y, lo que más le gustaba, un hombre del pueblo y para el pueblo.
El día del sepelio la comunidad se reunió en la Universidad de la Guajira para rendirle tributo al amigo y compañero. Allí, con lágrimas en los ojos, alguien prometió escribir un libro que recogiera su historia, anécdotas, logros y realizaciones. Era Wilder Murgas, su hermano y amigo. Tres años después, el libro estuvo impreso y en circulación. Se titula: "Joako Murgas, el rey de los escenarios".
Wilder ha cumplido su palabra y en las entrevistas para la radio en donde antes se escuchaba la voz ahora ausente de Joako, repite con insistencia que el libro es un homenaje también para Armando Correa Saavedra, Edgar Pérez Acosta, Álvaro Duarte Padilla y Jaime Rengifo Junior, quienes nos deleitaron con sus voces prodigiosas y ahora se hacen compañía en algún lugar de la eternidad.

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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