Puedes elegir entre Asertividad, Empatía y Compasión
"La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos todos los seres humanos para sentir, identificar y modificar las emociones propias y ajenas. Tomar conciencia del daño que ocasionan en nosotros/as y en nuestro entorno ciertas emociones que llamamos destructivas (yo las llamo “emociones Atila” porque arrasan a su paso) es lo primero para darnos cuenta de su influencia en nuestro comportamiento y en las reacciones que provocamos en los demás. A partir de ahí puedes elegir cambiarlas con la utilización de ciertas herramientas que son la llave para mejorar nuestras vidas y encontrar la felicidad. Estoy hablando de la asertividad, la empatía y la compasión.
Asertividad significa decir lo que sientes de la manera adecuada en el momento correcto a la persona indicada y con el respeto necesario. Decir lo que sientes significa reconocer que lo que te está ocurriendo es tu interpretación y por tanto un hecho subjetivo, aunque no por ello menos real. Es algo tuyo y tienes todo el derecho a sentirlo, a transmitirlo y a defenderlo. Como se trata de ser respetuosos/as nunca debemos atacar al otro ni culparle de nuestros sentimientos, pero sí podemos pedirle que aunque no entienda ni comparta nuestras sensaciones las respete y haga algo por cambiar su actitud.
Esto último resulta realmente posible con la puesta en práctica de la empatía, que es la habilidad que tenemos las personas para ponernos en el lugar del otro, de caminar con sus zapatos, de percibir sus estados de ánimo aunque no los entendamos. Empatizar no significa simpatizar, y a veces ni siquiera es necesario conocer a una persona ni sus circunstancias para comprender cómo se está sintiendo. La paradoja es que en ocasiones sentimos más fácilmente la empatía con personajes públicos o anónimos que aparecen en los medios de comunicación, y sin embargo no somos capaces de ello con las personas más allegadas a nosotros. Por eso es tan perjudicial juzgar constantemente, porque anula nuestra capacidad de empatizar.
La compasión va un paso más allá de la empatía. Es una habilidad emocional bastante mal interpretada por estar aparentemente arrinconada al uso religioso. Sin embargo, si practicas la compasión puedes definitivamente cambiar tu forma de ver el mundo y de manejarte en los conflictos. Es la habilidad de sentir con el otro, de experimentar las emociones en la misma medida que las está experimentando la otra persona, o grupo, o pueblo, o raza… La compasión es la base para la aceptación de la diversidad de opiniones y comportamientos, de la variedad de reacciones y elecciones, y de los múltiples problemas y sufrimientos de los seres humanos. La compasión no solo ayuda a mantener la paz, si no a sentirla, es el abono para el amor."

Emma García Coach personal, ejecutivo y empresarial Destino Coach





































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