El Dinero es Pura Ilusión

Hace mucho que le doy vueltas al tema, y hoy me decidí a salir del clóset. Soy lector asiduo de Secretia y tenía grandes deseos de compartir estas ideas con la comunidad; espero que se sientan indentificados con lo que digo, es un mensaje del corazón

Porque de pronto me di cuenta de que tengas la ideología que tengas, el dinero te engaña (quizás por eso le llamarán “vil metal”) y te hace pensar que él es lo verdaderamente importante en la vida, mientras que como sabes, no es así en absoluto.

El primer gran engaño por parte del dinero es hacernos creer que es algo en sí mismo. Que el papel en que viene tiene valor. Que es deseable por sí mismo y no necesariamente por la comodidad que trae consigo; nos hace creer que es el fin y no el medio. Algo muy grave. Las personas dejamos la vida deseando tenerlo, y ello nos quita atención y energía ante las cosas que realmente deberían importar, como la salud y el amor. El dinero es meramente accidental, es un bien que te puede dar algún confort superficial (y a veces no tanto) pero en nada se compara al bienestar que puede brindarte pasar más tiempo con las personas que quieres y te quiere. Y …así y todo, le dedicamos mucho pero mucho más tiempo a generar dinero que a generar el bienestar por vía directa, buscamos más el papel que obtener de la fuente misma de la vida aquello que nos hace de verdad felices. Y recuerda cuántas cosas el dinero no puede comprar. Tantas cosas.

El dinero es una mentira de la sociedad para controlar, abatir, envilecer, generar competitividad y rivalidad. Está diseñado para acortarte la vida, meterte una ilusión de valor que te da vuelta los parámetros personales del valor (tú sabes lo que es realmente el valor, ¿no?).

Yo he cometido hoy el primer error: He hablado del dinero, y esto lo dota de mayor importancia paa mí y para tí que estás leyendo. Pero digamos que esta nota es un mal menor, a fin de quitarle un poco de peso a esta cuestión que nos persigue desde que tenemos edad suficiente para preocuparnos hasta que nos morimos contentos por tenerlo o bien miserables por no tenerlo. Fíjate cuántas veces pensamos algo de las personas, nos hacemos una impresión, según si sabemos si tiene o no dinero; fíjate cuántas veces nuestra percepción de una persona se modifica cuando nos enteramos de que lo tiene. A éso hemos llegado, a pensar en la gente en relación con cuánto tienen, en lugar de lo que son, o de lo que nos hacen sentir sólo por su ser más puro.

Aún estamos a tiempo de sacarnos el dinero de la cabeza. Si podemos despreciarlo (o dejar de apreciarlo como esta sociedad nos ha enseñado que debe ser apreciado) entonces estaremos empezando a abrir un campo de visión de las cosas como son, y según su valor de mercado. Seguro, hay que mantenerse, no vamos a poner eso en duda, al fin y al cabo no vivimos en un mundo ideal sino en esta realidad donde tener dinero tiene mucha relevancia. Pero ya que estamos sacrificando nuestra vida entera (sí!) y nuestro espíritu, por algo invisible, algo no propio de la esencia humana ni de la gracia divina, algo artificial y la más malintencionada de las herramientas de control, entonces debemos ya mismo pensar en qué nos mueve, si es el miedo de no tener, si es el miedo de qudar por siempre “sin reconocimiento” o “sin triunfo” y pasar a entender algo que ya sabemos, que estoy seguro que ya sabes: El hecho de que te va a pasar la vida y cuando mires para atrás y hagas observes tu vida, encontrarás allí un elemento que no debería haber estado, que te condicionó a pasar tu tiempo haciendo cosas que de otro modo no habrías elegido hacer, viendo personas que de otro modo habrías elegido no ver, y no viendo a gente que de otro modo habrían estado cerca de tu corazón, y todo por ser parte de un juego al que no nos invitaron, sino que nos tiraron dentro sin preguntarnos. No seas más prisionero del dinero; úsalo y olvídate de él, pero úsalo cómo usas el azúcar para tus células y no le des el lugar de una deidad en tu vida, porque tu vida es sólo una, sólo esta, y si está regida por algo tan vacío como el dinero, en cualquier medida, entonces tú, amigo o amiga, estás desperdiciando tu muy limitado tiempo en este mundo.

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