Vacaciones para la Mente

"Si puedes irte de vacaciones a un lugar tan maravilloso como Brasil, seguramente tu mente desconectará sin problemas. Aunque a veces ni la distancia, ni las paradisiacas playas, ni los vertiginosos paisajes, ni la mejor compañía son suficientes para que tu mente descanse. ¿Te ha pasado alguna vez que has viajado miles de kilómetros por placer y sin embargo tu mente pareciera haberse quedado en la oficina? Sería muy útil para la salud pública si en los detectores de metal de los aeropuertos incluyeran detectores de preocupaciones laborales y éstas fueran requisadas. Seguramente a tu vuelta ni si siquiera te acordarías de ellas.

La mayoría de las cuestiones que alimentan nuestro pensamiento tienen que ver con miedos a que ocurran en el futuro cosas no deseadas. Es la incertidumbre la que nos lleva a ponernos en lo peor y nos provoca angustia. Pensamos que no lo podemos evitar y que forma parte de nuestro trabajo identificar los riesgos. Y es cierto. Es verdaderamente necesario en nuestra vida en general tener la capacidad de adelantarnos a posibles contratiempos. Pero esto resulta útil solo cuando se utiliza para proyectar diferentes alternativas, con el fin de ser capaces de reaccionar a tiempo. Lo que no es nada productivo y además resulta contraproducente es que estemos constantemente pre-ocupándonos. Si te vas de vacaciones, ya sea a las playas de Copacabana o a tu pueblo de nacimiento, ocúpate solo de lo que estás haciendo a cada momento, que básicamente es descansar y disfrutar.

Asegúrate de darle vacaciones también a tu mente. Si te planificas a conciencia, los días anteriores a tu marcha pueden ser muy productivos. Para ello, lo primero es hacer una lista de todas aquellas cuestiones que quieres dejar resueltas, para luego incorporarlas en tu agenda con fecha y hora. Es muy importante que no dejes cabos sueltos.  Lo segundo que has de hacer es delegar correctamente aquellos asuntos que quedan abiertos. Deja de pensar que solo tú eres capaz de hacer bien las cosas y recuerda que es responsabilidad tuya que todo quede bien detallado para evitar malos entendidos. Es cierto que resulta fácil de decir y difícil de hacer, pero no por ello imposible. Claro está que hay quien está tan enganchado/a a su trabajo y quien necesita sentirse tan imprescindible, que es capaz de boicotearse  sus propias vacaciones. ¿Conoces alguien así?"

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