Desratización, un tira y afloja entre roedores y humanos
A los roedores invasores se les puede responsabilizar en gran parte de un número de extinciones y cambios en los ecosistemas en los últimos siglos. Por si esto no fuera suficiente, además suponen una fuente de preocupación para los humanos así como un problema, que para paliarlo se han de dedicar grandes sumas de dinero y esfuerzo.
Además los roedores presentan problemas de distintos tipos. Por un lado suponen una competencia muy grande para otras especies, haciendo difícil la convivencia armónica. En cuanto a dinero se refiere, no es sólo el que se destina a campañas de desratización, sino las pérdidas anuales que se producen en los sectores de la industria y la agricultura.
Y eso sin mencionar los problemas que nos presentan en higiene y sanidad, por ser un vector de enfermedades para el hombre y para los animales de compañía.
El problema es, que a menudo las poblaciones de roedores (ratas y ratones) de un área o zona en la que se busca la desratización llevan establecidas años e incluso siglos, por lo que buscar su erradicación es algo imposible.
La única acción que puede ejercer el hombre es el control para en la medida de lo posible atenuar los efectos que estos animales puedan tener sobre los humanos y en su día a día.
Es importe centrar el esfuerzo de desratización a lugares determinados donde abunden los animales, para poder actuar de una manera más efectiva y lograr mejores resultados.
Llevar a cabo una tarea de desratización requiere un esfuerzo complejo y una gran cooperación del gobierno, los ayuntamientos y las empresas privadas que se contratan para llevar a cabo la labor.
A menudo el primer paso para controlar una población de roedores es la educación. Es importante concienciar a los ciudadanos de que una ciudad limpia es una ciudad menos propensa a sufrir plagas.
En general se trata de pequeñas acciones que sirven de mucho, como puede ser cerciorarse de depositar la basura en el contenedor a las horas que se indican para que la basura permanezca el menor tiempo posible en la calle.
Haciendo gala de civismo, es importante mantener parques y espacios públicos limpios y libres de basura, así como asegurarse de limpiar los restos de alimentos y desperdicios de lugares donde los roedores tengan acceso.
Si se respetan otras especies, como pueden ser búhos, lechuzas y aguilillas, la preocupación por las plagas de ratas y ratones disminuye, ya que éstas aves se alimentan a menudo de ellos.
Es importante destacar la importancia de ser constante en los esfuerzos, ya que de lo contrario una sola campaña de desratización no va a solucionar el problema. Por desgracia es una batalla constante, donde la resistencia y el aguante es el arma clave para ganarla. Ratas y ratones no van a renunciar a su fuente de sustento, el caso es si usted se dará por vencido.






































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