Cómo liberarnos de los fantasmas visibles e invisibles(maltrato psicológico)
Si no somos rápidos con el mensaje sutil y realista que están ocasianándonos todos los casos de maltrato o de violencia de género en nuestra actual sociedad, me temo que los casos aumentarán y que la falsa supuesta liberación de la mujer no será más que eso: una falsa liberación en la cual la mujer siempre va a necesitar un rescatador o un vigilante de la playa para que no se ahogue en el mar de la vida.
Contraria a las creencias populares y sociales de que la sociedad debe ayudar a la mujer maltratada, yo digo que ella es la que tiene que querer y desear liberarse del verdugo externo, pero más importante que todas las cosas, del verdugo interno.
El maltrato psicológico es tan sutil, y a la vez, tan permisivo desde nuestras actitudes inconscientes y comportamientos autodestructivos que no somos capaces de tomar las riendas de nuestra vida sin tener que renunciar a la posibilidad de que alguien que no sea nosotras mismas, lo haga. Eso no es liberación, es codependencia. Y la codependencia es esclavitud, y la esclavitud lleva al maltrato una vez, y otra vez, y otra vez.
Si queremos nadar por nosotras mismas(o por nosotros mismos), debemos asumir responsabilidades emocionales y físicas. Debemos querer ser felices por encima de ser complacientes con aquellos que nos torturan y no nos ven ni aman.
El maltrato psicológico actual ha sido catalogado desde mi experiencia con clientas, mujeres que conozco todos los días, amigas, familiares, conocidas,etc, en 4 patas esenciales de una mesa que sostiene la diosa que cada una de nosotras lleva en sí misma.
Esa mesa cuadrangular es la que porta las claves de una recuperación del poder y de la ejecución valiente de aquellas mujeres que han conocido lo peor de sí mismas y que desean ejercer con todas las de la ley, la libertad que les brinda la vida misma.
Para construir esa mesa fuerte, sólida e invencible(y con invencible me refiero a ser lo suficientemente independientes como para cuidar de nosotras mismas y ser compasivas hacia cada uno de nuestros actos diarios) he determinado que la mujer aprisionada nadará hacia 4 claraboyas en un mar bravo y solitario.
La primera claraboya es la de color rojo. La he clasificado como la urgente. Y esa urgencia refleja la necesidad de estar físicamente a salvo en cualquier parte o lugar pero siempre lejos del agresor o agresora. Esta claraboya hemos de nadarla incluso contracorriente, es decir, que si nuestra integridad física está en peligro, lo más pronto posible debemos solicitar ayuda a quién sea, excepto al agresor. Pueden ser vecinos, polícia, amigos, familia, servicios sociales, médicos, monjas, psicólogos, etc...
Es imprescindible que la mujer maltratada(o el hombre maltratado) esté bajo vigilancia médica o psicológica. Debe procurarse una protección que antes no se ha otorgado. La protección física, en este caso, es el primer síntoma de salubridad mental. Así que, podemos sentirnos orgullosas del gran paso que hemos dado. Puesto que es un paso importante y decisivo, es aquí donde debemos solicitar ayuda psicológica urgentemente y con el especialista adecuado que nos diga que todavía no estamos a salvo.
¿Porqué?. Porque el miedo no se ha diluído, sólo se ha traspasado. En el traspaso hemos de ser conscientes de que necesitamos ayuda. Si la mujer es consciente de que necesita ayuda pasará nadando a la segunda claraboya.
La segunda claraboya es de color naranja. Se convierte en la claraboya más importante puesto que es la pata de la mesa decisiva para que nosotras podamos liberarnos de todas las experiencias traumáticas o indeseables de nuestras vivencias conyugales/maritales. Es la claraboya más importante, ya que nuestra voluntad de querer cambiar va a ser sometida a las pruebas más difíciles y los fantasmas más visibles que llevamos dentro. Es el momento de saber que una no está bien ni ha estado bien desde hace tiempo, y que su manera de interactuar en la pareja y consigo misma no ha sido lo más agradable del mundo. Si llegamos a ser conscientes de que necesitamos una gran ayuda para no perpetuar estos comportamientos insanos y no aceptar hombres que invaden nuestro espacio(cuando en realidad pensábamos que eran caballeros...craso error. Como digo en mi primer libro "la nueva mujer", los caballeros tienen vida propia y no se dedican a llamarte 30 veces al día. Eso indica una ansiedad horrorosa y una codependencia terrible) habremos llegado a la comprensión de que algo falla dentro de nosotras. Y eso, querida amiga, es el mayor paso que puedes dar para la liberación de tu alma y de tu mente.
Si al ser conscientes de que necesitamos ayuda terapéutica, nos ponemos manos a la obra, eso quiere decir que ya hemos recorrido un largo camino en el mar bravo y solitario y ya estamos en la tercera claraboya dispuestas a asumir las riendas completas de nuestra existencia, aunque el proceso duela o sorprenda de maneras que no nos esperábamos.
La tercera claraboya es de color amarilla/blanca, y esta nos dice que podemos estar a salvo entre nosotras mismas. No hay peligro dentro de nosotras porque hemos visto de frente a todos aquellos fantasmas psicológicos y emocionales y hemos decidido estar dispuestas a ridiculizarlos y usarlos como sábanas frescas para el verano. Y aquí es donde entra el/la coach, en este caso, yo misma.
Quiero aclarar que en las dos primeras claraboyas la ayuda debe ser inmediata y urgente y debe centrarse en un bálsamo instantáneo que pueden otorgar enfermeros/as, médicos, psicológos, psiquiatras y demás personal sanitario, puesto que ellos están dispuestos a la sanación rápida y concreta. Creo que la ayuda que puede brindar un coach es demasiado buena como para que se pierda en una sanación donde priman los medicamentos o sedantes correspondientes para un tratamiento urgente como lo son: los ataques de pánico, psicosis, ansiedad aguda, claustrofobia, etc. Personalmente no soy partidaria de algunos medicamentos, pero eso no entra dentro de mis elecciones personales y debo respetar las decisiones que toman las personas afectadas.
Como terapeuta física( y a la vez psicológica) me doy cuenta de que todo tiene un proceso de autodescubrimiento y de aceptación de la verdad de los hechos(es decir, de haber sido maltratada y de haberlo permitido gracias a la inconsciencia) y que toda mujer debe ser consciente de que puede y debe resolver esa relación fatigosa y autodestructiva que tiene consigo misma, porque permitir que otro nos maltrate quiere decir que no sabemos ni hemos aprendido a respetarnos a nosotras mismas, y muy importante, a no poner límites a todo el mundo(y eso incluye a los seres que más amamos o más cerca tenemos. El amor es una palabra muy fuerte...)
Como decía antes, la claraboya amarilla/blanca es la claraboya decisiva y trascendental, ya que es aquí donde vamos a determinar cómo va a ser nuestra vida ya a partir de lo que decidamos ser, hacer y tener.
En este punto, me gustaría que os hicierais las siguientes preguntas y pudierais responderlas con seguridad y honestidad(y sólo si has pasado las dos claraboyas primeras, sino te resultará demasiado difícil y complicado):
-¿Qué es lo que has ganado de ti con esta experiencia?.
-¿Qué es lo que has aprendido de ti misma con esta experiencia?.
-¿Quién crees que tenía más miedo, tú o tu agresor?,¿porqué?.
-¿Qué es lo más positivo que te ha enseñado dicha persona?.
-¿Qué es lo que has averiguado que ya no deseas en una relación romántica?.
-¿Qué es lo que has descubierto que sí deseas en una relación romántica?.
-¿Qué es lo peor de estar sola?.
-¿Qué es lo mejor de estar sola?.
*Continuará...
+Si deseas más información o alguna consulta privada puedes contactar conmigo en: elenahdelucca@yahoo.es, o www.facebook.com/Elenadelucca.

Elena Delucca





































Registro automático