Cómo prepararse para un debate
Marco Tulio Cicerón: "No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda hacerlo aceptable"
Tarde o temprano tendremos la necesidad de debatir nuestras ideas en escenarios públicos o privados. Si nos postulamos como candidato a un cargo de elección popular o, simplemente si debemos defender nuestra postura respecto a algún tema deberemos prepararnos para exponer nuestras convicciones y controvertir la de nuestros eventuales adversarios. Por ello y para ello hay que prepararse.
Hablar el público puede ser el fuerte de algunas personas y la debilidad de otras, pero siempre será conveniente pensar con optimismo sobre el día siempre posible de exponer las ideas en público.
Hablar delante de otras personas no es un castigo de la inquisición ni una penitencia para los pecadores. Por el contrario, es un privilegio que solo se le concede a las personas afortunadas y merecedoras de tal consideración. Cuando Un grupo significativo de personas hace una pausa en sus quehaceres y se dedica a escucharnos con atención, nos está diciendo que somos importantes y, a su vez, nos está dando el mensaje de que él merece respeto. Por lo tanto debemos actuar en consecuencia.
Sin embargo hay una situación sui géneris y es cuando se trata de las presentaciones de los candidatos aspirantes a determinada posición de elección popular. ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de participar en un debate en el cuál tomarán parte personas con las mismas aspiraciones y con las cuales en algún momento deberemos controvertir?
Primero que todo tome las cosas con calma y siga atentamente éstas recomendaciones, pues pueden resultarle de alguna utilidad:
Es necesario prepararse bien y centralizar la intervención inicial en dos o, máximo, tres temas prioritarios del programa de gobierno. El tiempo es muy corto y por eso es mejor profundizar en lo más importante que extenderse superficialmente en varias áreas de la propuesta. Pídale al equipo de asesores que elabore un listado de las posibles preguntas y encontrar respuestas acertadas a las mismas. Es una manera de evitar sorpresas o "un penalty en el último minuto" como le sucedió a Horacio Serpa en 1.998 cuando le preguntaron si extraditaría a Ernesto Samper, en caso de una solicitud en ese sentido por parte de los Estados Unidos. No invierta un solo segundo en atacar a los demás. Es prudente hacer un uso más adecuado del recurso más valioso y escaso: el tiempo. Recomiéndele a sus seguidores que no llenen ellos el recinto. El debate es un escenario para convencer a los indecisos o a quienes no han podido escuchar las propuestas. El esfuerzo de pierde si se le habla a quienes ya se encuentran decididos a votar. Hable sin titubeos ni dudas. La audiencia valora al candidato que habla con seguridad y demuestra en su intervención que tiene los problemas de la ciudad en la cabeza.El debate es un buen escenario para presentar las ideas. Y las trincheras de ideas, lo dijo José Martí, valen más que trincheras de piedra.
Por: Alejandro Rutto Martínez
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso académico colombiano frecuentemente invitado a foros y seminarios. Sus artículos son leídos con avidez por universitarios y ciudadanos de todo el mundo.Póngase en contacto con él a través del correo alejandrorutto@gmail.com o visite su página: http://maicaoaldia.blogspot.com/

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