Técnicas de Superación del Temor Oratorio
Frente a un examen oral, una entrevista laboral, la exposición en una simple conferencia o en un simple discurso, se padece distrés (energía negativa que provoca ansiedad y preocupación), temor (manifestaciones neurofisiológicas negativas).
La saliva se ausenta de la boca (la sequedad del ambiente también incide); si se está de pie, la pierna derecha comienza a temblar; se altera el ciclo respiratorio; una inesperada tartamudez traduce las palabras de una voz destemplada o con tonos muy agudos; las manos lloran lágrimas de sudor, al igual que la frente, las axilas y las plantas de los pies; los latidos cardíacos marchan al galope; la presión arterial sube varias marcas en el tensiómetro (lo que provoca algunos desmayos); hay espasmos abdominales (alteración de los procesos digestivos que en casos extremos puede llevar a la náusea); contracción de la parte posterior del cuello (reflejo de pánico); y una tensión muscular que permite correr como de manera consciente no podría hacerse. Todas esas cosas suceden cuando estamos frente a un público, sin una adecuada educación en oratoria.
1.Elegir un tema fácil de exposición, que podrá ser de la profesión que se ejerce o de la propia experiencia personal. Tener amor al tema, saber de qué se va a hablar y creer en ello, provocará una actitud mental de apoyo que ayudará a superar los posibles impedimentos que ocasiona l inhibiciónoratoria. La información disminuye el riesgo.
2.Preparar el discurso: escribir, especialmente, las primeras y últimas frases. Hacer un esquema para que se pueda retener de tal manera que, con sólo concentrarse mínimamente, se lo pueda visualizar con claridad. El no hacerlo, no sólo incrementará el temor, sino que además le enviará un mensaje dramático al público: "Si ustedes fueran realmente importantes, yo estaría mejor preparado".
3.Distensión-relajación: previo a la disertación, realizar:
a.- Ejercicios de rotación de cuello: (todos 2 veces para cada lado): completa de cuello (la cabeza gira en redondo sobre su base), cabeza adelante y atrás, péndulo adelante, mentón con hombro, oreja con hombro, mentón con hombro.
b.- Ejercicios de hombro: (primero uno, luego el otro, después los dos): elevación, rotación hacia delante y hacia atrás, cabeza adelante y rotación de hombros hacia atrás, cabeza atrás y rotación de hombros hacia delante.
Además se sugiere caminar, dar una vuelta a la manzana, o recorrer pasillos, antes de una conferencia, pues facilita la circulación de la sangre y elimina el exceso de nerviosismo.
c.- ejercicios de respiración abdominal (15 a 20 veces). Si no se relaja lo suficiente hacerlo 104 veces.
4.Mentalizarse positivamente (visualización positiva): la acción está directamente relacionada con el pensamiento. Hacer ejercicios de visualización de la exposición, imaginándola con éxito. Frente al auditorio "sacar pecho" y ¡¡adelante!! Cuando se adquirió el compromiso de exponer en público el orador, como reza una expresión popular, "está jugado". Nunca pensar "no lo lograré". Sí "lo intentaré". Esto responde a la filosofía de lo posible, el "yopuedismo", que es la suma del yo soy más yo debo. Internalizar la idea: "yo soy el mejor ahora", y "haré lo mejor que pueda".
Un refrán dice: "El desertor nunca gana. El ganador nunca deserta".
Algunos profesionales de ORATORIA proponen implementar la regla de las tres "P".
Pensamiento-Positivo-Permanente .
Las actitudes de huida, que se evidencian en los llamados movimientos ambivalentes sutiles (movimiento pendular corporal de izquierda a derecha, o de atrás hacia adelante), o evidentes (caminar de un extremo a otro del escenario, sin detención), harán que el público desconfíe del disertante por su inseguridad manifiesta.
Al ingresar en el sitio de exposición, hacerlo erguido. Evitar los pasos cortos y apurados, que denotan nerviosismo; o los largos, que reflejan ansiedad. El andar debe ser natural.
http//www.OratoriaDeFuerteImpacto.tk
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