Síntomas del cáncer de hueso
El cáncer óseo primario o cáncer que se origina en el hueso, es relativamente raro, pero ocurre con más frecuencia en niños que en adultos. Sin embargo, la propagación del cáncer o metástasis a los huesos es común en todas las edades.
De hecho, algunos tipos de cáncer generalmente se diseminan a los huesos, tales como el cáncer de tiroides, de próstata, de pulmón, o el cáncer de mama. Además, mientras que el cáncer puede originarse o extenderse a cualquier hueso, los brazos y las piernas son los más afectados.
A diferencia de otros tipos de cáncer que son específicos en ciertos órganos y nombrados como tal de acuerdo a su ubicación en el cuerpo, el cáncer de hueso en general se refiere colectivamente a los sarcomas. Sin embargo, hay tres tipos distintos de cáncer óseo primario: el condrosarcoma, que generalmente afecta el cartílago de la pelvis, cadera u hombro, el osteosarcoma, que ocurre en la parte superior del brazo o la rodilla, y el sarcoma de Ewing, que normalmente se produce en el hueso o tejido nervioso de las piernas, brazos, pelvis, o columna vertebral. De estos, el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing es más probable que ocurra en personas jóvenes entre las edades de 10 y 25 años. El Condrosarcoma, por otra parte, se encuentra casi exclusivamente en pacientes de edad avanzada.
Infortunadamente, los síntomas del cáncer de hueso no aparecen de manera significativa hasta que la enfermedad ha avanzado. Además, muchos tipos de este cáncer se desarrollan lentamente durante un largo período de tiempo, que puede llevar al paciente a pensar que los síntomas de cáncer de hueso son una condición relacionada con la edad, como la artritis. Otros factores que influyen en los síntomas de cáncer de hueso son su ubicación específica y el tamaño del tumor. El síntoma más frecuente es el dolor general en el hueso afectado, que puede ser descrito como sordo y persistente, o como agudo y punzante. El dolor también puede ser intermitente.
A veces, un tumor o crecimiento puede surgir en la localización del cáncer sin dolor. Infortunadamente, esto también puede ser ignorado en la creencia de que el crecimiento puede ser un quiste. Por último, no es raro que el paciente no presente ningún síntoma de cáncer de hueso en absoluto. Entre los otros síntomas del cáncer está la hinchazón inexplicable de un miembro o articulación que puede indicar la existencia de un tumor. A veces, la fatiga, la fiebre y la pérdida de peso acompañan los síntomas.
Además, la aparición de tumores en los huesos puede causar un nivel excesivo de calcio que circula en el torrente sanguíneo, que produce náuseas y episodios de confusión mental. Por último, el hueso afectado es más susceptible a las fracturas, lo que explica por qué muchas formas de cáncer óseo se detectan al examinar las radiografías que se toman después de una caída o lesión.
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