El hombre ensimismado es un siervo
Un hombre ensimismado es aquel que está profundamente interesado en él mismo. Le importan solo cosas como su apariencia, su salud, su dinero, su éxito, su entretenimiento. Cae en la trampa de leer decenas de textos que supuestamente le dicen como triunfar en la vida. Y al mismo tiempo le son indiferentes los acontecimientos de este mundo.
Por lo visto, lo menos que quisiera alguien así es servir a los otros. Y no se da cuenta que por sus hábitos es lo único que puede ocurrir. No tiene más remedio que ser un individuo servil. Aunque en la mayoría de los casos no logra darse cuenta. Después de todo está demasiado ocupado con su propia persona.
Pero no puede evitar vivir en el mismo mundo real que todos. Los otros hacen y deshacen a su alrededor. El mundo cambia todo el tiempo. Y el resto de la humanidad toma buenas y malas decisiones. Todas cuestiones que tarde o temprano terminan constituyendo parte de la vida del hombre ensimismado.
Las decisiones y las acciones que uno toma están condicionadas por el entorno. Pero debido a la apatía, estas personas dejan que sean los otros los que actúen sobre el mundo. Mientras que ellos se quedan todo el tiempo entretenidos con cuestiones estrictamente personales. Solo piensan en su propio desarrollo, en su dieta, en sus ejercicios, en su dinero, en su seguridad. No dándose cuenta de que otras personas están determinando su vida indirectamente.
La persona ensimismada tampoco conoce bien el mundo. No conoce la historia y apenas puede ubicar en un mapa dónde queda su propio país. Cualquier cosa que se afirme sobre sus antepasados le viene bien. En definitiva ella no sabe nada de lo ocurrido antes y ni siquiera le importa. Está tan sorprendentemente enajenada que no ignora solo lo que ocurrió en el pasado. Tampoco sabe casi nada de lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo, tal vez ni en su propia nación.
Es fácilmente engañada gracias a su ignorancia sobre todo lo externo a ella. Para esta persona es difícil opinar sobre nada que no sea ella misma. Y es por eso imposible que pueda guiar a otros. Ya que nadie se deja aconsejar por alguien que desconoce la mayoría de las cosas importantes.
Su escasez de intereses lo vuelve propenso a ser manipulado. Basta poner sobre él alguna amenaza y cederá. También sirven con él las promesas y cualquier cosa banal que le agrade personalmente. Con cualquier sencillez puede ser sacado de la actividad real. Ya que a estas personas no les llama la atención cosas más allá de un metro a la redonda.
En resumen, usan todo su tiempo para actuar sobre sus propias vidas. Y eso es lo que explica que su historia personal carezca de importancia. Algunos persiguen destacarse pero no lo consiguen. Ya que solo se tiene repercusión real en la medida que los proyectos sean también relevantes para los demás.
Estudia, infórmate, prepárate, perfecciónate, encárgate de tus intereses personales. Pero no te enajenes de la realidad. Se ha traído a colación ese estilo de vida por una razón. Y ha sido debido a que es válido caracterizar no solamente a la gente exitosa. Ya que las metas no se alcanzan únicamente persiguiendo el éxito, sino también alejándose del fracaso.
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Alejandro Capdevila





































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