Para enfrentar la Ansiedad
Algunas veces tenemos ante nosotros algún asunto desagradable que tenemos que enfrentar. Puede ser una discusión, nuestro divorcio, una intervención quirúrgica... en fin. Sabes que tienes que hacerlo pero si tuvieras opciones no vacilarías en tomar por la calle de al lado. No obstante, así es la vida y hay cosas que son ineludibles. Tarde o temprano hay que afrontarlas.
Sin embargo, las estrategias que emplean las personas para manejar estas ansiedades no siempre son correctas. Por eso a continuación relaciono algunos pocos consejos que pudieran ser de utilidad.
Haz conciencia de que no hay forma de que no te sientas un poco ansioso o preocupado por el asunto que debes enfrentar. Ten en cuenta que se trata para ti de una cuestión crucial. Y la ansiedad es la manera que tiene tu sistema nervioso de prepararte para el enfrentamiento de grandes situaciones.No magnifiques el asunto. Ya sabemos que es importante y que posiblemente tengas algunas razones para estar preocupado. Pero no olvides que si es como la mayoría de los problemas, casi todos tus temores serán infundados.Basta de darle vueltas a esta cuestión. La mayoría de los rodeos que se dan son inútiles. Son vanos esfuerzos por tratar de encontrar una alternativa que permita evadir el problema. Ahórrate ese tiempo, no trates de escapar. Solo hay una salida y está al otro lado de la situación que te resistes a atravesar.Fíjate que el origen de tu ansiedad no es el asunto mismo. Lo que te pone tenso y te preocupa es que lo tengas todavía pendiente. Así que una forma infalible de acabar con la ansiedad es salir del problema lo antes posible. Déjalo atrás de una vez y por todas. Verás qué alivio sientes poco después de afrontarlo.Bien, ahí tienes ante ti el aro de fuego. Las llamas te infunden un poquito de temor, está bien que así sea. Pero ahora mira más allá del aro. ¿Qué ves? Lo que puedes ver, algo distorsionada por el fuego, es la meta. Concéntrate en ella, en lo que deseas alcanzar. Imagínate con claridad cuánto bienestar vas a sentir cuando hayas atravesado el aro; perfecto. Ahora, toma una actitud de valor, ponte dispuesto a enfrentar lo que sea. Respira profundo y lánzate a conquistar tu objetivo. ¡Bravo!Ahora ya podrás estar feliz. El secreto está en no desgastarse buscando una escapatoria. Está claro que para vivir hace falta valor. Pero serás recompensado generosamente, no te quepa la menor duda.
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Alejandro Capdevila





































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