Portabebés: Llevar al bebé en la cadera, una excelente forma de evitar o favorecer la curación de la displasia de cadera.
La displasia o luxación de cadera en el bebé es una problemática que tiene su origen en la falta de encajamiento de la cabeza del femur en el acetábulo de la cadera. Por diversos motivos esta cavidad no es lo suficientemente profunda aún para mantener el hueso en la articulación. Algunas displasias son transitorias y desaparecen entre las 2 a 6 semanas del bebé, y otras son evolutivas, que se luxan. A estás es a quienes hay que dirigir mayores esfuerzos.
El diagnóstico precoz es el mejor elemento. Igualmente la sóla exploración visual no es suficiente por lo que se deben realizar pruebas médicas.
El 1% de los bebés puede sufrir la displasia siendo factores de riesgo y mayor incidencia en el sexo femenino (niñas y primogénitas), los factores genéticos, los partos de nalgas, la posición del feto en el embarazo, los antecedentes genétivos, y los embarazos y nacimientos traumáticos, etc. Sin embargo, en las culturas en las que el bebé es tradicionalmente porteado en posición sentado, con las rodillas por encima de la cadera este tipo de patología es prácticamente inexistente. Por el contrario en aquellas culturas en las que el bebé es enmallotado con las piernas juntas sí que aparece la displasia. Su tratamiento suele ser corto y su diagnostico no es complicado.
¿Porqué puede en algunos casos ayudarnos un buen portabebé?
El tratamiento ortopédico, cuando es necesario, se basa en mantener las caderas en abducción y las piernas en flexión permanente durante 2-3 meses mediante una férula que permite cierta movilidad (cojín de Becker, Férula de Von Rosen, Arnés de Pavlic, Calzón de Abducción o de Frejka). También se utiliza en muchos casos la aplicación del doble o triple pañal, sin embargo esta práctica no es recomendable, ya que nunca se ha podido demostrar su eficacia. Parece, aunque esto no hemos podido comprobarlo, que en los años 50-60 existía efectivamente un pañal específico similar a la férula de Von Rosen que simulaba un pañal más ancho de lo normal, ante su desaparición se utilizaba la alternativa de los 2-3 pañales, que actuamente carece de rigor científico.
Independientemente de la necesidad de tratamiento ortopédico, si posicionamos al niño erguido y sentado, con las piernas abiertas y presionando para mantenerse, estamos utilizando una práctica casual que puede prevenir la displasia de cadera de manera innata.
La Dra. Kirkilionis explica en su libro “Ein baby will getragen sein” (“El bebe quiere ser portado”) que esta práctica (la correción de la displasia) requiere que los múslos del bebé se encuentren, por lo menos, en ángulo recto, posición que se proporciona al bebé como mínimo en la posición de sentado. Si el ángulo es mayor, aún mejor. La Dra. Kirkilionis concreta, que si el bebé está sentado de manera natural en la cadera de sus padres, tiene una posición de las piernas que es ideal para la maduración saludable de la articulación de la cadera.
Si las piernas se doblan más de 90 ° (100 - 110°) y se extiende aproximadamente 90° (en la literatura médica el ángulo de la mitad entre el fémur y la cadera es decir, 45 °), la cabeza del fémur encaja perfectamente en la cavidad de la cadera favoreciendo así su desarrollo de manera saludable.
Mi hijo tiene displasia, ¿puedo utilizar un portabebés?
Sí, sin embargo, existen distintos grados de displasia y lo mejor es consultar con un especialista. En España, como en otros muchos países occidentales no existe o es muy reciente el conocimiento de los portabebés y su correcto uso, por lo quees conveniente dirigirse al especialista de referencia con un portabebé correcto o bien con los detalles de la posición del niño en el mismo. No todos los portabebés son aptos, pues no todos los portabebés o mochilas portabebés mantienen al bebé en una posición ergonómicamente correcta.
Cuando nos dirigimos a nuestro especialista y proponemos este tipo de dispositivos, le estamos dando al especialista un elemento a tener en cuenta. Será entonces el especialista quien, en función del grado de displasia del bebé, contemplará la posibilidad de alternar el dispositivo con un buen portabebés. Tenemos que tener en cuenta que en los casos en que la displasia de cadera se detecta de manera tardía (generalmente a partir de los 6 meses) se utilizan dispositivos rígidos que se deben mantener durante un tiempo y es necesario que sea siempre valorado médicamente.
Cuando podemos portear a la cadera
A partir de las 3-4 semanas ya podemos posicionar al bebé en la cadera. Hasta entonces se pueden utilizar los mismos dispositivos sobre el vientre, pero siempre cuidando de la correcta posición de la cadera del bebé, exista o no posibilidad de displasia. Mirarnos en el espejo, y verificar que las rodillas están posicionadas por encima de su culete es un signo claro y sencillo que nos ayudará a ver si la posición es correcta. Aunque desde el momento en que sea posible y si se ha detectado la displasia, es preferible el porteo en la cadera.
¿Qué portabebé elegir? La bandolera de anillas: una buena opción
Los dispositivos porta bebés que mejor nos van a ayudar y se van a adaptar al bebé y a la persona que portea van a ser aquellos que se utilizan en un sólo hombro. De entre las posibles alternativas es quizás la bandolera de anillas la mejor adaptada a un uso continuado. Las bandoleras se cruzan sobre el pecho, apoyándose en un sólo hombro a modo de bolso, posicionando al bebé en el lado contrario.
Son portabebés que además no necesitan demasiada técnica (cómo cualquier portabebé tiene sus “trucos” de uso) y son cómodas. Es preferible que la bandolera sea lo más sencilla posible, sin almohadillados para favorecer que se adapte completamente tanto al bebé como al porteador. En cuanto a los tejidos siempre es mejor utilizar tejidos naturales como el algodón, el lino, etc... sin elastanos, ni poliesteres, aunque esto no tiene relación con la displasia sino con las calidades de los tejidos y su transpiración o capacidad de adaptación y sostén. Después, como cualquier portabebé observar un correcto uso.
Uso prolongado
En una bandolera, si bien el peso del bebé se reparte correctamente, no lo hace de manera uniforme sobre el tronco del porteador. Se apoya sobre un sólo hombro y en la parte alta de la espalda, es por eso que un porteo prolongado se puede volver incómodo a lo largo de las horas. Con un bebé pequeñito el tiempo de porteo se alarga, ya que el peso del bebé es muy pequeño y en cualquier caso siempre menos que el del propio embarazo.
Otros dispositivos portabebés
Se pueden utilizar otros dispositivos, y otras posiciones, sin embargo, la más adecuada es llevar a la cadera. Utiliza dispositivos que mantengan una posición adecuada del bebé.

Si quiere conocer los distintos dispositivos adecuados para llevar a su bebé, lo invito a http://MiSaquitoMagico.com.es/blog, donde podrá obtener otros informes sobre con qué y cómo llevar a su hijo en un buen portabeb&eac





































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