Consigue placeres a largo plazo
Ser madre emprendedora requiere de varias habilidades. La más difícil de dominar, creo yo, es la que está relacionada con el manejo de los placeres.
Según el refrán, lo que fácil llega, fácil se va. La búsqueda de satisfactores inmediatos que en la mayoría de las culturas latinas está tan arraigado, a largo plazo es increíblemente dañino. La razón es muy simple. Aquello que no cuesta, no se valora.
La comida chatarra o comida rápida, los programas milagrosos para bajar de peso en una semana, los productos o servicios que te garantizan resultados inmediatos, no son sino una estrategia de mercado para vender más. Así es que lamento decirles que no hay en el mundo nada que valga la pena y que se consiga de manera fácil o inmediata.
La búsqueda de placeres verdaderos y duraderos está supeditada a la cantidad de esfuerzo que le pongamos a ello. Así es que, aquí va la pregunta del millón. ¿Los placeres inmediatos siempre son malos? Mi opinión es que, bien utilizados, pueden llevarte a alcanzar placeres duraderos.
Por eso, hoy les voy a enseñar 3 formas de convertir placeres inmediatos en placeres duraderos.
1. Busca placeres inmediatos que te impulsen
No todos los placeres inmediatos son malos. Algunos pueden utilizarse como incentivo para conseguir placeres a largo plazo. Por ejemplo, si quieres bajar de peso y toda la semana haz seguido tu dieta con éxito, recompénsate el fin de semana con una comida que te guste y que salga un poco de los lineamiento de tu dieta.
No se trata de hacer trampa y convertirlo en un nuevo mal hábito, sino en sentir que vamos alcanzando objetivos. Y nada marca mejor un objetivo logrado que una recompensa.
2. Elimina placeres inmediatos dañinos
Sé que suena fácil y es muy difícil de hacer. Pero algo que te va a ayudar a lograrlo, es tener siempre presente tu objetivo como si lo estuvieras viviendo el día de hoy. Si quieres ser una escritora reconocida, la próxima J. K. Rowling, plántate en el papel y escribe, escribe, escribe hasta que logres tu obra maestra.
Se trata de persistencia. Si, completar un capítulo es maravilloso y hay que celebrarlo (placer inmediato), pero enfócate en el proyecto final (placer duradero) y disfrútalo como si ya lo hubieras logrado.
3. Diviértete en el camino
Disfrutar el proceso es importante. De lo contrario, al primer tropezón, todo el trabajo invertido se irá a la basura. Y eso, créeme, es lo peor que te puede pasar, porque es como perder tiempo.
Así es que, sin importar la distancia del camino recorrido, disfrútalo. Al final, valdrá la pena la recompensa.

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