La adulación al Coaching
Reflexionando acerca de la comprensión de los procesos de desarrollo del liderazgo en las organizaciones, encuentro que existen dos polos de opinión con respecto a este tema: los que opinan que las técnicas para el desarrollo de liderazgo son la salvación, y los que opinan que son completamente inútiles.
Comenta José Luis Roces, en su libro Liderazgo Vital, cuyas reflexiones han apoyado la redacción de este artículo, que muchas de las experiencias de desarrollo de liderazgo son insuficientes por no integrar disciplinas: generar el pensamiento sistémico, fomentar el trabajo en equipo, identificar los modelos mentales, desarrollar el dominio personal, impulsar la visión compartida. Y en algunos casos, estas experiencias de desarrollo insuficientes generan frustraciones personales y conflictos.
Son las disciplinas de las que habla Peter Senge, y estas disciplinas hay que aplicarlas dentro de un contexto organizativo específico, teniendo en cuenta factores tales como cultura de la organización, tecnología, estrategia de negocios.
Si bien las personas merecen ser formadas para mejorar sus capacidades interpersonales e intrapersonales, la realidad es que en una organización hay que ser efectivos y eso se traduce en la obtención de resultados para la satisfacción del cliente, de los empleados y de los accionistas.
No se puede desarrollar un líder aislándolo del ámbito donde debe actuar, o desarrollar un líder que no tenga experiencia ejerciendo su rol directivo dentro de una organización.
En cada cada una de la diferentes estructuras organizacionales, el líder tiene diferentes demandas cotidianas y diferentes objetivos a cumplir. Primero debe ser experto en los negocios y procesos propios del contexto de su organización para luego, con la aplicación de las disciplinas que comentamos, poder mejorar su efectividad.
Continuando con el proceso, una vez desarrolladas las habilidades gerenciales, un líder debe pasar por una transformación personal, por el desarrollo de un estado de consciencia superior al punto de cuestionarse profundamente su comportamiento.
La proliferación de “especialistas en coaching” sin vivencias organizativas, la implementación de técnicas que no se adaptan a las necesidades específicas de la organización o de las personas es tratar a la cuestión de modo superficial. Las empresas no resuelven sus problemas de liderazgo tan solo por contar con una buena estructura comunicacional.
Esto hace que muchas expectativas se queden en el camino, porque existe una inconsistencia en la forma de implementación de los procesos de desarrollo del liderazgo.

Andrés Ubierna www.andresubierna.com www.puertomanagers.com





































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