El poder del Coaching
Pese a lo que mucha gente piensa el coaching no consiste en dar consejos, el proceso de coaching (entrenamiento), se caracteriza por hacer preguntas, de manera que sea el cliente quien reflexione y piense. El Coach da elecciones, anima y motiva a su cliente, el coaching tiene por finalidad aumentar la consciencia y la responsabilidad.
Entre los efectos del coaching podemos destacar:
- mejorar el desarrollo personal
- generar ideas más creativas
- mejorar la calidad de vida en el lugar de trabajo
- mejorar el rendimiento
- propiciar un mejor uso de los recursos humanos.
- dar una mayor flexibilidad y adaptabilidad a los cambios
Adquirir las habilidades de un proceso de coaching pueden situarle en una posición de privilegio respecto de quienes le rodean en su lugar de trabajo, o en otros tipos de ambiente. Pero este privilegio no se utiliza para “derrotar” a los otros, ese privilegio será la base de su acción, entendida como motivación y dirección de un grupo, que en su conjunto debe alcanzar ciertas metas.
En todo coaching hay dos preguntas que se repiten a menudo, podemos formularlas para que reflexione sobre ellas:
1.- ¿Qué es lo que realmente quieres?
El coaching es una dinámica reflexiva, por tanto esta pregunta ¿qué es lo que realmente quieres?, pronunciada por el coach, dirige al cliente a una reflexión personal. Independientemente de lo que en un pasado pudo pensar o desear el cliente, se trata de que “aquí y ahora” identifique con la máxima precisión cuáles son sus objetivos vitales. Entendemos que todo proceso de desarrollo personal pasa por sintonizar las distintas etapas, las diferentes actividades, a un eje común y ese no puede ser otro que la opción personal del cliente. Dicho en otras palabras conseguir la realización personal, presupone que se esté en sintonía con la propia motivación y deseo de logro propio de cada uno.
2 - ¿Y ahora qué?
Una vez fijada la meta, exploradas las necesidades y deseos del cliente, surge la puesta en acción. Se trata de diseñar un plan de etapas, para que el cliente llegue a dónde se propuso.
Insistamos en que la responsabilidad de iniciar la acción, de dirigirse hacia el objetivo, es plenamente del cliente. Será éste quien vaya adquiriendo sucesivos compromisos de acción, determinando cuándo y de qué manera la va a llevar a cabo.
El carácter no directivo del coaching se comprueba en que no se dan consejos ni recomendaciones, por el contrario se pregunta, de continuo, al cliente. Además de esas dos grandes preguntas ya expuestas a lo largo de todo el proceso se continuarán realizando otras que aborden los distintos momentos y situaciones por las que pasará el cliente, la maestría de un coach, su profesionalidad, se infiere del tipo y momento en que realiza sus preguntas, pues estas deben estar siempre enfocadas al crecimiento del cliente, respetando su libertad de acción y su derecho a equivocarse.
En definitiva el coaching responde al modelo pedagógico de la mayéutica enunciada por Sócrates, en la que la pregunta es la facilitadora del conocimiento.

Txema Sanchis MarketingPara.com





































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