La ignorancia teológica
Mi amigo Dante me escribe lo siguiente:
-“No, mi querido hermano, no tienes porqué agradecerme. Te agradezco yo más bien los títulos enviados y respeto mucho tu fe, así como la de todos los seres humanos sobre la tierra que, al fin y al cabo, buscan también a Dios, a su manera. El mejor documento, empero, que habla de una Doctrina Social, documento viviente, fue el Maestro Jesús, pero por eso precisamente lo mataron. Porque no convenía a los intereses y privilegios de un grupo de poder teocrático privilegiado de la época, que encabezaba el tristemente recordado Sumo Sacerdote Caifás. Ojo, que también procuró eliminarlo invocando a Dios. Diz que por blasfemo. Y, claro que reconozco las vidas ejemplares de una serie de sacerdotes católicos, que, difícilmente gozaron del apoyo de sus jerarcas. Creo que su Iglesia hasta ahora no le ha hecho algo de justicia al heroico Monseñor Emilio Romero, muerto cobardemente en el Salvador y, hasta Hildebrandt que es agnóstico criticó eso duramente. Dijo una noche en la tv, luego de pasar un documental sobre el Monseñor: -“Al Monseñor Romero, no, pero a José María Escrivá de Balaguer, a ese sí”-
A lo que yo le contesto:
Mi querido amigo Dante: No sé cómo decírtelo sin que puedas interpretarlo mal. Al decirte esto podrías interpretarlo como un insulto o un menosprecio de mi parte. Pero identificar ignorancia en temas teológicos, no es un insulto ni mucho menos. Todos ignoramos siempre algo. Por ejemplo yo puedo conocer algo sobre teología, pero puedo ignorar asuntos relacionados con otras ciencias: medicina, derecho, ingeniería, etc. Ese es el tipo de ignorancia del cual estoy hablando en este momento.
No puedo imaginarme a un Jesús dejando a sus discípulos y diciéndoles lo siguiente: -“Bueno muchachos, me voy. Ustedes vean cómo se las arreglan. Busquen a Dios como crean conveniente. Eso de que Yo soy la Verdad, el Camino y la Vida, es puro bla, bla, no se lo tomen a pecho. Ah, y antes de irme los dejo separados. Cada uno de ustedes forme su propia Iglesia, total todas van a un mismo fin; así que, yo no tengo ningún problema, pueden hacer lo que les dé la gana. Y tu Pedro, olvídate eso que te dije, que tú serias la piedra viva de la Iglesia que quería fundar”- Jamás podría imaginarme a Jesús diciendo esas cosas.
Existen algunas corrientes ideológicas que dicen que Jesús fue un luchador social, al mismo estilo marxista. Esto es lo que puedo ver en tu forma expresiva sobre la muerte de Jesús. ¿Tú sabes exactamente, porque murió Jesús?... Por lo que dices, creo que no. Pero eso no es un delito. La ignorancia nunca fue un pecado o un delito.
El reino del que hablaba Jesús, no era ni es el mismo del que podían y pueden hablar los hombres para los hombres. Los hombres para llegar al poder ofrecen bienes terrenales; pero Jesús hablaba de otra cosa. El hablaba de un reino que no pertenece a este mundo terrenal.
La misión de Jesús en este mundo es la más importante de toda la historia de la humanidad.
Nosotros (para entenderlo mejor) estamos hechos de cuerpo y alma. Nuestro cuerpo se queda en este mundo y nuestra alma o espíritu, está invitada constantemente a vivir una vida eterna.
Dios se hizo hombre en Jesús – su hijo -, y al hacerse hombre, vive y muere para que al morir y resucitar, todos los hombres resuciten con Él a una vida eterna. Antes de Jesús, todos los hombres justos, no podían acceder a esta gracia. Es por eso que Jesús mismo después de su muerte baja donde estaban todos estos hombres justos y los rescata para la vida eterna. Y todos nosotros después de Jesús, estamos rescatados e invitados a la vida eterna con Jesús. Este es el verdadero significado de la muerte de Jesús en pocas palabras. Hay más explicaciones que nos llevan a entender todo este acontecimiento. Pero tendríamos que desarrollarlos ampliamente y por lo que me dices, no creo que quieras hacerlo, ni te obligaré tampoco.
Todos los acontecimientos relacionados con la muerte de Jesús, tenían que pasar de todas maneras para que se cumpliera esta premisa. Los actores que intervienen en esta gran misión, tenían su papel específico en la misma y, nadie lo podía cambiar. Tan es así que se dice: Que María su madre, si hubiera visto que Jesús no moría en la Cruz, ella misma hubiese cumplido con la misión (quitarle la vida). El mismo Judas se quitó la vida, al enterarse que era el malo de la película. Los judíos le decían al verlo en la Cruz: -“Sálvate tu pues, que has curado a mucha gente, ¿Por qué no te salvas?”-. Lamentablemente, ese mismo criterio estaríamos empleando al suponer que Jesús era un luchador social. “Salva pues a los pobres del yugo del rico, para que vivan mejor en este mundo terrenal”
Amigo es duro comprender esta realidad, pero es la verdad. Nosotros no la podríamos cambiar, así quisiéramos.
Te cuento también que los libros (documentos) que te invito a leer, están aprobados por los “jerarcas” que tu llamas de la Iglesia Católica.
Discúlpame si te digo algo: pero al decir “su Iglesia” sobre el mártir Emilio Romero, siento que lo haces de una forma despectiva. Quiero equivocarme; porque tú dices que respetas a todas las confesiones y credos.
Discúlpame si te he ofendido en algo, pero esa es la defensa de la que habla la Iglesia Católica. La defensa con palabras, y no con las armas como algunos grupos radicales de los cuales no mencionaré sus nombres.
Un abrazo de todo corazón y seguimos en contacto.

Andrés Arbulú Martínez





































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