Lenguaje corporal y comunicación
El lenguaje corporal I
“Lo que estás haciendo habla tan alto que no oigo lo que dices”
Emerson
Según Albert Mehrabian, profesor de la Universidad de California el alcance de una presentación deriva de tres variables que, porcentualmente, tienen el siguiente impacto:
- Lenguaje corporal 55%
- Tono de voz 38%
- Palabras 7%
Contrariamente a lo que cabría esperar el contenido del mensaje es la variable menos influyente con un 7%; podríamos decir que el lenguaje corporal y el tono de voz imprimen vida a las palabras, especialmente cuando existe coherencia entre los tres aspectos reforzándose mutuamente. En el lenguaje corporal existen varios elementos a considerar.
La apariencia
Sabemos que la primera impresión tiene un alcance difícil de corregir o mejorar, y en ello la apariencia externa juega un papel fundamental. El comunicador debe conjugar dos variables, ¿qué quiere comunicar con su apariencia? y el público asistente. Comunicamos aún sin saberlo ni quererlo, y la apariencia externa es uno de los primeros canales en los que nuestra comunicación entra en juego.
El contacto visual
Cuando alguien nos interesa, mantenemos un contacto visual prolongado (salvo problemas de timidez), a efectos de influencia sin parecer intrusivo, se recomienda un contacto visual de cinco segundos.
Si se trata de una presentación ante un público numeroso, es recomendable dividir la audiencia en tres o cuatro secciones, para establecer sistemáticamente contacto visual con personas de cada sección, en fracciones de tiempo similares. Es posible incluso seleccionar a ciertas personas del público cuya presencia pueda parecernos más receptiva y amistosa.
Aun cuando sea para interiorizar antes de dar una respuesta, no es buena idea mantener los ojos cerrados durante unos segundos; esta práctica que algún político ha empleado supongo que como hábito arraigado, rompe el contacto visual del comunicador con su público, mantener el contacto visual es vital, tanto para no perder las señales de interés o aburrimiento y poder corregir sobre la marcha, como para mantener la expectación del público.
Una buena práctica, antes de empezar la presentación, es la de establecer contacto visual previo con la mayor parte de los asistentes.
La postura
Aunque no lo parezca, la postura y el movimiento hablan por nosotros más alto que lo que decimos, y es por este motivo que es doblemente peligroso. Se recomienda una postura centrada, alineada y erguida, con el peso repartido en los dos pies, evitando oscilaciones, balancearse de un lado a otro o alternar con una cadencia más o menos rápida el peso del cuerpo de una pierna a otra. Cuidar especialmente que el cuello no pierda la línea recta.
En algunos casos es recomendable el asesoramiento de un terapeuta corporal; el actor australiano F. Mathias Alexander (1869 - 1955) desarrolló la llamada técnica Alexander (un método de reeducación postural que implica mayoritariamente a la columna) cuando decidido investigar el motivo por el cual iba perdiendo calidad y potencia de voz. Después de investigar sobre él mismo, descubrió que ahogaba su propia voz debido a una inclinación hacia atrás y abajo con la que forzaba su glotis. Puede ayudar visualizarse a uno mismo en la postura y movimiento deseado y la imagen de un cuerpo que se va alargando y alineando correctamente.
Los ademanes y los gestos
La gestualidad debe basarse en la espontaneidad y la naturalidad; debe estar al servicio del mensaje, apoyando, enfatizando, subrayando, pero no debe ocupar el espacio protagonista; evitar, en la medida de lo posible sin perder naturalidad, una excesiva gesticulación.
Cuidar los hábitos nerviosos y procurar eliminarlos uno a uno, pellizcarse la nariz, rascarse la cabeza, jugar con un mechón de cabello o con un bolígrafo pueden ser gestos repetitivos que distraen la atención del interlocutor.
El espacio
Evitar la imagen de inhibición propia de algunos comunicadores que se atrincheran en un ángulo o lugar del espacio disponible. El espacio físico que se utiliza es una metáfora del espacio vital interno que se emplea; sentirse libre para desplazarse en ese espacio, transmite mayor vitalidad y ayuda a mantener la atención.
Seguirá en próximo artículo

Josep Guasch; Coach, psicoterapeuta Telf. 615.56.45.37 Josep@josepguasch.com Blog: Josep Guasch Coaching y Psicoterapia Web: www.josepguasch.com





































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