Coaching y comunicación: La voz, respiración e impostación.
Permite a tu voz y a tu espíritu fluir con el Tao.
(S. Chun-Tao Cheng “El Tao de la Voz”)
La voz
Generalmente es uno de los aspectos más descuidados en las prácticas de comunicación y quizás uno de los que deberían atenderse con mayor cuidado; la voz permanece en ese terreno a medio camino entre la comunicación verbal y la no verbal y puede enfatizar, dar color y profundidad a lo que dices si sabes impostar y modularla adecuadamente, es a su vez uno de los elementos que más impactan, no solamente a nuestro interlocutor, sino también a nosotros mismos. La voz, su cadencia, tono, timbre, modulación, matices, etc… nos facilita una retroalimentación constante (no olvidemos que nos oímos hablar aunque no nos demos cuenta) acerca de nuestros estados de ánimo y nos recuerda constantemente nuestra inseguridad (si el tono es vacilante, tembloroso…) o confianza (si se trata de una voz impostada adecuadamente).
La mejor práctica inicial consiste, como en casi todo en tomar conciencia de cómo utilizamos la voz, para ello podemos grabarla en diferentes entornos conversacionales y escucharla después. Apreciar cómo es el tono (grave, agudo, intermedio); el volumen (sonido fuerte o débil); la velocidad y el tempo de la voz (rápida o serena, acompasada o irregular...); el timbre, suave o áspero; inflexiones o características propias... y tras tomar conciencia intervenir conscientemente no para modificarla en sí, sino más bien para que pueda añadir y energía y distinguir el clima emocional que queremos transmitir. Es de ayuda también prestar especial atención durante un tiempo a la calidad de la voz de nuestros interlocutores.
Como seguramente sabrás, escuchar la propia voz grabada en un magnetófono nos devuelve al principio una sonoridad que no reconocemos como nuestra, si bien es la que perciben nuestros interlocutores, es por esto que es importante la práctica con herramientas de grabación.
La respiración y la impostación de la voz
Aprender a modular la voz, según la ocasión, no es una “herramienta mágica” pero sí una habilidad que poco a poco va calando en nuestro interior, de tal modo que la persona que aprenda a impostar adecuadamente su voz irá encontrando en ella un soporte adecuado para mitigar las inseguridades, por otro lado tan normales, a la hora de hablar en público. Dicho de otro modo, aun cuando estemos nerviosos, si aprendemos a modular nuestra voz “como si” estuviéramos tranquilos, la tranquilidad poco a poco impregnará nuestro ser.
Una de las primeras habilidades a desarrollar es la de la respiración abdominal; en este tipo de respiración el abdomen se dilata al inspirar; observa a un bebé respirar con naturalidad y verás cómo se trata de un modo instintivo y natural de respirar.
Empezar el siguiente ejercicio tumbado.
Colocar las manos encima del abdomen, con los dedos medio tocándose entre sí. Imaginar que al inspirar la columna de aire desciende directamente desde las fosas nasales hasta el bajo vientre, como si descendiera directamente por un tubo hasta el abdomen, paralelamente el abdomen se expande como si fuera un globo, notarás esa expansión si los dedos medio que se tocan por las puntas se separan al inspirar; al soltar el aire el abdomen se contrae permitiendo a los dedos medio volver a entrar en contacto entre sí.
Este ejercicio puede realizarse en una segunda fase sentado, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla y los pies aposentados en el suelo.
El siguiente paso es llevar la respiración a la postura erguida, de pie, en una postura que refleje Estabilidad, (se sugiere mirada hacia el infinito y hacia el frente, cuerpo plenamente afianzado en la tierra y centrado, plantas de los pies apoyadas en su totalidad en el suelo, cuerpo relajado pero con una suave firmeza en el tono muscular, rodillas algo flexionadas, espalda recta, pelvis basculada hacia delante si existen problemas de lordosis lumbar). Respirar según las instrucciones detalladas.
Ejercicio variante para ampliar la capacidad pulmonar
De pie, tal y como se ha descrito anteriormente, al inspirar levanta los brazos lateralmente describiendo una circunferencia sobre la cabeza, para volver a la posición inicial (brazos caídos) al espirar. Estas prácticas deben realizarse con la plena conciencia de que, con ellas, afianzas la estabilidad y la serenidad.
Los ejercicios respiratorios indicados no son solamente una práctica inicial para aprender a impostar la voz sino que son, a su vez, ejercicios excelentes de relajación y, con ligeras variantes constituyen la esencia de algunas prácticas meditativas orientales como la meditación Vipassana, excelente práctica meditativa que ayuda, a su vez, a aplacar estados de nerviosismo, estrés, ansiedad, etc...
El siguiente paso será vocalizar las vocales al espirar el aire…
De pie, en una postura de estabilidad, inspirar imaginando que el aire desciende por el tubo hasta llenar tu abdomen como si fuera un globo. A continuación, al inspirar vocaliza la letra A sintiendo como al expulsar el aire de vuelta por el “tubo” fantaseado, la vocalización se apoya en el abdomen que poco a poco va contrayéndose.
Es importante en este punto detenernos y verificar que no vocalizamos tensando las cuerdas vocales (como forzando la garganta), sino tener la sensación efectiva de que la columna de aire asciende hasta la cavidad bucal y, a su paso, emite el sonido, que debe surgir desde el “punto de resonancia” que se encuentra detrás de la úvula.
Siguiendo estos pasos, con detenimiento y atención al principio, se consigue que el sonido resuene mucho mejor, se proyecte más lejos y se reduzca el cansancio en la voz.
Seguir con las cinco vocales. Posteriormente, en una misma entonación, recitar las cinco vocales a la vez A-E-I-O-U.
Tomar conciencia de la musculatura de la boca, comisura de los labios, mandíbulas, etc… al pronunciar cada vocal ¿están más tensas de lo necesario?, ¿puede aplicarse un poco más de firmeza? ¿están temblorosas? ¿alguna molestia…?
Ser conscientes igualmente de la voz y su impostación… (¿es firme, temblorosa, vacilante, con “altos y bajos"…)
Una vez dominado lo anterior puede leer un fragmento de algún libro en voz alta, siempre tomando conciencia de la respiración, el tono de voz, la musculatura facial etc…
Hasta el próximo artículo

Josep Guasch; Coach, psicoterapeuta Telf. 615.56.45.37 Josep@josepguasch.com Blog: Josep Guasch Coaching y Psicoterapia Web: www.josepguasch.com





































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