Coaching y comunicación: Velocidad e inflexión de la voz.
Velocidad.
La velocidad de la voz es uno de los elementos más importantes a considerar, no sólo por su influencia explícita, sino también por otros factores no tan conocidos y que paso a detallar.
Es buena idea no apresurarse al hablar ni hacerlo atropelladamente, hablar deprisa genera una respiración rápida y superficial que, a su vez, ocasiona nerviosismo tanto en el emisor como en el receptor. Existe no obstante una excepción que conviene manejar con mucho cuidado.
Cuando nos interese que el o los interlocutor/es visualicen imágenes es aconsejable utilizar un ritmo y velocidad vivos, interiormente también es conveniente visualizar lo que se dice, esto aumenta inconscientemente la velocidad del habla.
Cuando queramos invitar sutilmente a un diálogo interno, un tono intermedio y algo más pausado en la velocidad generará el efecto deseado. La respiración que suele acompañar es la media (costal)
Cuando nos interese sugerir sentimientos y/o sensaciones corporales un tono de voz algo más grave y velocidad más lenta acompañarán mejor. La respiración tiende a hacerse profunda y diafragmática tanto en el emisor como en el receptor.
Ahora bien, una última consideración, la mejor forma de comunicarnos certeramente, es adecuar nuestra velocidad, a la de la persona con la que estamos hablando, los buenos vendedores lo saben; deberemos considerar poco a poco si queremos inducir un pequeño cambio en la velocidad, pero siempre con mucho cuidado.
Estas conclusiones se derivan de estudios en Neurosemántica y Programación Lingüística junto con diferentes caracterologías, conviene recordar que se basan en resultados estadísticos que sugieren hipótesis atendiendo a respuestas en una mayoría de la población; no son válidas en todas las personas, por eso en la comunicación con uno o pocos interlocutores, la observación y el sentido común son la mejor práctica; por supuesto si se trata de una charla o presentación ante un grupo numeroso convendrá ceñirse a estas pautas. En cualquier caso, la mejor recomendación es la de utilizar con cierta elegancia y no exagerar artificiosamente estos trucos.
Tan importante es lo que se dice, como los silencios. Saber utilizarlos no solo nos permite, como emisores, un pequeño espacio interior para reorganizarnos, también concede al interlocutor un momento para aprehender los mensajes y ubicarlos en su vivencia subjetiva. ¿Alguna vez te has encontrado con alguien que, aun cuando sea despacio, hablara sin ninguna pausa? Si es así, seguro que sabes a qué me refiero.
Si eres formador, profesor, o con frecuencia hablas en público, también es buena idea acostumbrar a nuestros interlocutores a las pausas, de tal forma que si te quedas en blanco o necesitas reorganizar y retomar el hilo de tu exposición, esa pausa necesaria no te traicione.
Otro aspecto a considerar es la diferencia que, en la percepción del tiempo, se genera en el emisor y el receptor. Como norma general la percepción del tiempo tiende a acelerarse en el emisor, probablemente por su obligatoria exposición al riesgo, mientras que en el receptor esa percepción parece adecuarse más a la objetividad. De aquí se desprende que tengas presente que una pausa que a ti pudiera parecerte una eternidad, para el público suele ser normal, y, por supuesto, considerar la posibilidad de aminorar la velocidad de tu exposición.
En cualquier caso, ya apunté en un artículo anterior que la mejor práctica es grabar previamente un contenido que quieras compartir para, re-escuchándolo creativamente, aprendas a rectificar para mejorar.
Inflexión de la voz
Considera decir esta misma frase aplicando tres énfasis distintos.
¿Lo que quiere es ESO? - Inflexión ascendente - Pregunta
Lo que quiere es eso - Inflexión neutra - Afirmación
¡Lo que quiere es eso! - Inflexión descendente - Orden.
Son tres ejemplos de tres registros que, inconscientemente, reconocemos, pero si aprendemos a incorporarlos con mayor conciencia (¡mágica palabra!) en nuestra comunicación, sin dudad enriquecerá el “qué” y el “cómo” de lo que queremos transmitir.

Josep Guasch; Coach, psicoterapeuta Telf. 615.56.45.37 Josep@josepguasch.com Blog: Josep Guasch Coaching y Psicoterapia Web: www.josepguasch.com





































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