La madera como material sostenible
Como todos sabemos, la madera es un material natural proveniente de los bosques, totalmente renovable y de gran resistencia y duración. Existen muchísimas clases de maderas, tantas como especies arbóreas hay en el mundo, cada una con propiedades particulares que la hacen propicia para distintos usos. Básicamente, la madera es un conjunto de células vegetales cuya pared está endurecida gracias a la presencia de tres componente principales: la celulosa, un polisacárido que constituye alrededor de la mitad del material total, la lignina (aproximadamente un 25%), que es un polímero resultante de la unión de varios ácidos y alcoholes fenilpropílicos y que proporciona dureza y protección, y la hemicelulosa (alrededor de un 25%) cuya función es actuar como unión de las fibras.
La madera es un material con propiedades muy variadas pero de extraordinaria utilidad para el hombre. Uno de los usos que tradicionalmente ha tenido la madera ha sido el de la carpintería y ebanistería. Antiguamente, la totalidad del mobiliario de una casa estaba constituido con madera maciza. Hoy en día, la madera sigue siendo uno de los materiales más usados, pero en su variedad transformada como tablero de fibras, partículas etc. Además de estos usos, la madera se ha empleado y se sigue empleando con dos finalidades fundamentales. La primera de ellas es como combustible en forma de leña para chimeneas y estufas, o en forma de pellets y briquetas para calderas de biocombustibles. Entrados en el S.XXI, la madera sigue siendo uno de los principales combustibles empleados en el mundo, con la ventaja evidente de tratarse de un combustible renovable. El segundo de los usos actuales con mayor pujanza no es otro que servir de materia prima para la obtención de papel a partir de la celulosa presente en la pared celular de las células presentes en la madera.
Otro de los principales usos tradicionales y que sigue en plena vigencia es el de la construcción. La madera empleada para uso estructural debe tener un nivel de dureza sufriente que le permita resistir cargas. A lo largo de la historia ha sido uno de los principales materiales empleados en la construcción y lo sigue siendo hoy en día. Antiguamente se empleaban fustes completos para la elaboración de vigas y columnas de madera maciza. Sin embargo, con la evolución de la tecnología de la madera y gracias a las técnicas de encolado pueden fabricarse vigas de madera laminada de extensión muy variable y que solucionan el problema de la ausencia de fustes de longitud suficiente para abarcar grandes luces. En la actualidad es muy común encontrar madera estructural por ejemplo en nuevas construcciones sostenibles, casas prefabricadas, carpas para fiestas y eventos entre otros muchos ejemplos.






































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