Kennedy, 50 años después
A los 50 años de la muerte del presidente Kennedy (que se cumplen este pasado viernes 22 de noviembre a las 20:00 horas en España y a las 13:00 horas en Estados Unidos -hora de Dallas-), pienso que es hora de ponderar sus logros y sus errores, que yo creo que son más los primeros que los segundos, aunque estos últimos fueron muy graves.
El primer acierto fue su discurso inaugural, donde dijo a todo el país que deberían hacer más por su país y no esperar a que el estado moviera todos los hilos de la vida de los ciudadanos americanos. Eso fue una llamada a que la gente participara más. Pero este primer acierto se vio emborronado por el primer error, muy grave, que fue autorizar la operación de Bahía Cochinos de abril de 1961, cuando tenía muchas dudas sobre ella. Solo lo hizo porque la CIA le dijo que funcionaria, que la ejército y la población estaba harta del régimen cubano y que se unirían a ellos. No paso y Kennedy (que asumió la responsabilidad, aunque no era suya) tuvo que evitar que los militares le metieran en una guerra con Cuba (quien sabe si también con la URSS) al decir “no” a la utilización de la aviación americana para apoyar la invasión, como le pedían los militares y la CIA. De aquí puede que viniera la primera teoría de su asesinato, la parte de los anticastristas defraudados.
Su segundo acierto fue no dejarse llevar por las veleidades militaristas de sus consejeros militares en la crisis de los misiles cubanos de octubre de 1962. Aunque fueron muy, muy duras, supo aprovechar la oportunidad de evitar una guerra nuclear por la primera carta de Kruschev (mando otra arrepintiéndose de la primera, pero Kennedy nunca respondió a ella… públicamente, porque en privado si acepto ciertos puntos de esta. De aquí pueden venir dos de las teorías del asesinato, la que hace referencia a Cuba y la que hace referencia a una cierta parte de la alta administración soviética, la más dura seguramente (también es posible que este desenlace de la crisis le costara el cargo al secretario general Kruschev meses después de la muerte de Kennedy).
Unanimemente reconocido por su papel en la crisis de los misiles cubanos, Kennedy tuvo popularidad suficiente para llevar a cabo su tercer acierto (modesto si cabe -no se podía hacer en aquel momento, jugándose la reelección con los votos del sur-). Pero así y todo, intercedió con todo el poder de la presidencia (federalizo la guardia nacional para que el gobernador Wallace cediera) para que los derechos civiles de los afroamericanos en el sur de Estados Unidos. De ahí vino el impulso que tomo la lucha por esos derechos en los años siguientes. Es razonable pensar que de aquí viniera una cuarta teoría en su asesinato, sureños descontentos con la política seguida por el presidente.
Después de esto, Kennedy paso por el trance más duro de su vida, ver como se moría su tercer hijo al poco de nacer. Además de este doloroso trance, Kennedy también varios secretos que esconder: la relación de su padre (e incluso puede que de el mismo) con la mafia -quinta teoría del asesinato, al perseguir su hermano a los lideres mafiosos) y sus relaciones obsesivas con toda mujer que se acercaba a él (potencialmente peligroso si salía a la luz en la campaña electoral), además de sus múltiples enfermedades (que de haberse conocido, podrían haberle hecho perder la presidencia)...
Resumiendo, que el legado presidencial de Kennedy, a mi modo de ver, está balanceándose hacia el acierto más que hacía el error, pero también tiene muchos puntos oscuros, sin dejar de mencionar el mayor de todos, su asesinato, porque nadie sabe quién fue realmente (¿Oswald solo? ¿la CIA? ¿Militares descontentos? ¿Cuba? ¿la URSS?).






































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