Como fabricar tus propios Carboncillos
A finales del s.XIV en su escrito "El libro del arte", Cennino Cennini nos daba la receta para hacer carboncillo, ésta receta puede sacar de un apuro a cualquier estudiante de Arte, así como a cualquier persona que guste de su uso para bocetos, dibujos, cuadernos de campo, etc.
Es un material económico, pero muy volátil, resulta rápido de gastar pero todos adoramos su imprenta, su textura, su línea imperfecta. Para los que empiezan a familiarizarse con su uso un par de consejos:
- Evitar tocar con las llemas de vuestras manos el papel, su grasa lo llenará de huellas.
- Escoged un papel poroso para el dibujo, recogerá mejor cada línea y durará más.
- Cuando os equivoquéis y queráis borrar, coged un trapo de algodón y borrar dando golpes, no frotando, si frotáis haréis que las pequeñas partículas se adhieran al papel y sólo conseguiréis estropear más vuestro dibujo.
- Con el carboncillo hay que ser valiente, hacer trazos seguros, echarle valor. Las dudas, los tembleques y el borrado continuo no mejorarán tu dibujo, dibuja y disfruta y si no ha salido bien vuelve a empezar con otro papel.
- Para trabajar los claroscuros rayad un carboncillo o recoged el polvo que se os va callendo con su uso, colocadlo en una esquinita del trapo de algodon, y ahora sí, frotad, repetir tantas veces como sea necesario para conseguir el tono que necesitéis para ese área. Si rayais primero y luego frotáis y no lo hacéis con cuidado se notarán las lineas que habéis hecho, por eso el polvo de carboncillo es la mejor manera de conseguir claroscuros limpios y uniformes.
Dicho esto vayamos a la recerta:
Ingredientes:
- Arboles: Sauces.
- Hilo de cobre o hierro.
- Hoya o pucherito de barro si es posible. (de estos que las abuelas usan para la chimenea, no me cojas la hoya express, mi abuela tenía uno donde cocía el café de cebada, ummm que rico.)
- Una chimenea.
Preparación:
r- Busquemos Sauces.
- Cojamos una rama que esté seca y sea fina.
- La partimos en trocitos del tamaño de la palma de nuestra mano, escogiendo los grosores que más nos interesen y evitando en lo posible que tengan nudos, que los nudos queden en los extremos es mejor.
-Juntamos las ramas que hemos cortado y las atamos con el hilo de cobre (una idea es pelar un cable, o comprar alambre en una ferretería). Tenemos que atarlas por 3 partes, el centro, un extremo y el otro.
- Metes los haces anudados dentro, cuantos te quepan.
- Tápalo bien, que no se escape el vapor.
- Vete a una chimenea y ponlo al fuego. Como si fueras a cocinarlo en ella.
- Por la noche es un buen momento, cuando vayas a dormir, y apagues el fuego entierra la hoya en las ascuas y la ceniza. A la mañana siguiente deben de estar ya en su punto.
- Sabrás que están a punto cuando cojas uno lo pruebes, si pinta está bien si no pinta le queda rato de cocción. Si está demasiado cocido se partirá en mil pedazos en cuanto lo cojas con las tenazas.
Espero que os guste esta receta, os dejaré más recetas sobre materiales próximamente. Es un gustazo dibujar con materiales hechos por uno mismo, a nuestro gusto. Si os ha gustado este artículo no os olvideis de puntuarlo, mil gracias.

Gloria Cuenca www.gloillustration.es





































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