Derrota a tus emociones y cumple tus sueños
¿Cuántas veces has sentido esa terrible sensación de que tenías que hacer algo pero aun así no lo has hecho? De esas veces que querías cambiar tu futuro, hacer algo nuevo y, sin embargo, lo único nuevo que ha pasado es el tiempo.
¿Qué es lo que pasa cuando te quedas bloqueado? ¿Por qué caes en una extraña contradicción entre lo que conscientemente quieres hacer y lo que acabas haciendo?
¿Falta de voluntad? ¿Pereza?
Podría ser que sí, pero es algo mucho más fuerte. La falta de voluntad y la pereza son solamente un síntoma, no son la razón por la cual no consigues todo aquello que quieres.
La razón por la cual estás insatisfecho tantas veces con un bloqueo tan grande es muy simple: Te estás saboteando.
Para ser más exactos, tus emociones te están saboteando.
Tú dices “Tengo que hacer ejercicio” y tus emociones dicen “Pero ya mañana que hoy estoy cansado, además, este programa es muy interesante”.
En una batalla entre tu mente consciente y la subconsciente siempre gana la última. Es más fuerte.
¿Por qué el subconsciente es más fuerte que la mente consciente? Al fin y al cabo tu mente consciente está influenciada por la inconsciente. Tus actos dependen mucho de tus creencias y, las creencias, muchas veces están profundamente arraigadas en el subconsciente.
¿Cómo solucionar este problema?
Pregúntate
Si quieres hacer algo e inmediatamente te aparecen las excusas tu deber es preguntarte, ¿estas razones son emocionales o lógicas?
Si quieres saber si una razón es emocional o lógica solo tienes que hacer una cosa, pensar.
Sí, piensa en lo que quieres. Si quieres hacer ejercicio y tu primera reacción es decir que estás cansado, esa reacción es emocional. No estás cansado, tienes pereza.
La prueba de esto último es que si te decides de una vez por todas a hacer ejercicio, cuando acabes estarás agradecido por haberte obligado a ello.
En cambio, si una razón es lógica, resistirá a esa pregunta de qué es lo que quieres y también resistirá a la pregunta de cómo podrías solucionarlo. Me explico.
Si se te pasa por la cabeza querer hacer ejercicio pero tienes una pierna rota, lo que te dirás es “Pero tengo la pierna rota” y si piensas “Pero no hace falta hacer ejercicios de pierna, con los de brazo me bastan”, entonces esa reacción es lógica. Has buscado soluciones y puede que la hayas encontrado, no como antes que con unas simples palabras ya te echabas atrás.
Detecta cuándo te están hablando tus emociones y cuándo tu inteligencia
Cuando hablamos en nuestra vida diaria normalmente avanzamos en piloto automático. Contestamos las cosas sin pensar y, por tanto, nuestras emociones tienen el poder.
Si estás en medio de una conversación importante es una buena idea que te preguntes en un momento dado, “¿Estoy hablando yo o están hablando mis emociones?” Si estaban hablando tus emociones probablemente no te diste cuenta de lo que estabas diciendo, diste una respuesta automática; en cambio, si estabas atento a la conversación seguro que intentaste relacionar lo que quería decir la otra persona de un modo lógico.
¿Para qué controlar las emociones?
La razón es muy sencilla, para conseguir cumplir tus objetivos. Si mantienes tus emociones a raya en el momento de tomar una decisión, la tomarás sabiendo todos los pros y los contras. No dependerás de la suerte y dependerás de ti mismo. Además, te permitirá controlarte a ti mismo y desarrollar tu auto-disciplina, algo vital si quieres conseguir tus objetivos.
Tener autodisciplina y hacer lo que emocionalmente no quieres pero racionalmente sí es la única manera posible para conseguir cumplir todos los objetivos que te propongas.

Fundador de Redyder, un blog en el que ayudo a personas como tú a ganar dinero por internet.





































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