¿Como distinguir un buen lomo ibérico?

¡Qué no te engañen! El hecho de que en la etiqueta te hayan puesto que estás ante un lomo ibérico, no tiene porqué serlo. Antes de ir al mercado debemos de tener un mínimo de conocimientos para poder diferenciar un lomo ibérico de uno que no lo es. Y para ello no nos vamos a basar en el uso de aparatos sofisticados, o en sistemas de medición enrevesados de usar, sino más bien en tres sentidos clave: en el gusto, en la vista y en el sabor.

Vista: El aspecto del lomo ibérico debe de ser de una inconfundible tonalidad rojo-rosáceo que será el resultado del proceso de curación que ha tenido a sus espaldas. La carne ibérica es más sabrosa precisamente debido a las infiltraciones de grasa con las que cuenta. Por ejemplo, la caña de lomo cuenta con una gran cantidad de infiltraciones de grasa naturales, que es precisamente lo que le confieren ese sabor tan especial. A simple vista lo notaremos por el color tan variopinto, fácilmente diferenciable de una carne que no es de tanta calidad, o que bien no está en buen estado.

Olor: El olor que nos vamos a encontrar es el que proviene directamente de la sala en dónde se cura el lomo ibérico. Lo cierto es que es algo complicado de definir teniendo en cuenta todos los matices que entraña; si tenemos un lomo ibérico delante, y uno que no lo es, en el olfato notaremos claras diferencias.

Sabor: El sabor es la “prueba de fuego”. El sabor del lomo ibérico es muy especial, todo un torrente de sensaciones experimentaremos desde el momento en el que probemos un simple trozo. Es igual de exquisito como saludable. Si vamos a una tienda gourmet a comprar, podemos pedir que nos den una cata y comprobar la calidad de este espectacular producto ibérico.

Estas claves identifican una buena caña de lomo ibérico. Además marcas como Sanchez Romero Carvajal o 5 Jotas garantizan la máxima calidad.