¿Cómo ser una mujer emprendedora y no morir en el intento?
Mujer, no podemos seguir nadando a la deriva. No podemos seguir postergando, una y otra vez, nuestros más grandes sueños. No podemos seguir esperando más por ese sueño, meta, oportunidad o negocio. Debemos, de una vez por todas, entregar el corazón y hacer realidad todos nuestros objetivos en la vida.
Tenemos que volver a reinventarnos. Pues, muchas veces, abrumados por la presión del medio social donde vivimos o trabajamos, hemos perdido el rumbo en nuestras vidas. O nos hemos dejado asfixiar por la modernidad del mundo en el que vivimos.
El título de mujer emprendedora no es algo que se gana fácil. Es algo que se logra con la constancia, la práctica, superando fracasos y tomando las decisiones más arriesgadas. Oportunidades hay miles, solo es cuestión de actitud, de arriesgarse. Para ser una mujer emprendedora, tenemos que ser una mujer con decisión e iniciativa para realizar las acciones más difíciles o que impliquen riesgos.
Estos son mis tips favoritas para ser una mujer emprendedora y no morir en el intento:
- Haz una pausa en tu vida y pregúntate hacia dónde estás yendo. Algunas veces es necesario hacer una pausa en nuestras vidas para preguntarnos hacia dónde estamos yendo. Es bueno desconectarnos, por unos minutos, de nuestro contexto y mirar nuestras vidas en retrospectiva para autoanalizarnos. Porque solo así podremos darnos cuenta cómo andamos por la vida. Si andamos por el ideario correcto.
- Busca un motivo o una razón de ser. Para ser una mujer emprendedora debemos tener un motivo, una razón en la vida por la cual luchar. La motivación es muy importante, porque será el motor que nos empuje a seguir. Tu motivación podrá ser tu familia, tus padres, tus hijos, tu libertad financiera, etc.
- Plantéate objetivos claros en la vida. En el mundo del emprendimiento no existen recetas, cada persona y realidad es distinta. Pero, antes de aventurarnos ante cualquier reto, debemos investigar primero. Y recién, cuando tengamos claro las cosas que pensamos hacer, plantearnos los objetivos y las actividades que nos llevarán a ser mujeres emprendedoras.
- Trabajar, trabajar y trabajar. El dinero rápido no existe, tenemos que escalar peldaño a peldaño, paso a paso. Debemos encontrar el equilibrio entre ser hija, esposa, madre y mujer emprendedora. Debemos administrar nuestro tiempo, trabajar duro, con dedicación y sacrificio. Porque solo así seremos capaces de lograr las metas que nos hemos trazado.
- Evaluarse y volver a replantearse, corregir errores. Algún tiempo después, cuando ya hayamos dedicado horas y horas de trabajo, cuando la empresa que hemos emprendido marche sobre ruedas, cuando ya tengamos el conocimiento y la experiencia suficientes, deberemos hacer otra pausa para verificar que todo marcha bien.
Y si las cosas no han salido como hemos pensado, no hay problema. Debemos aprender de nuestros fracasos y convertir nuestras derrotas en oportunidades. Hay que volver a intentarlo una y mil veces.
Basta de seguir postergando tus metas en la vida. La vida es ahora. Asume riesgos. ¡Reinvéntate!






































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