La coexistencia del cine indie y el cine comercial

El cine, como todo el arte de cierta trascendencia, hace mucho que fue engullido por la máquina comercial. Las grandes empresas de cine que sacan blockbusters anuales, como los estudios de Marvel y DC, o la siempre histórica Paramount, dominan el mundo del espectáculo y las cifras de las taquillas.

Eso, en principio, no tiene nada de malo; al fin y al cabo, son espectáculos entretenidos y aptos para toda la familia. También son acontecimientos que nos permiten hacer vida social o vivir nuestras aficiones. Por ejemplo, hay grupos de fans que quedan para ir a los estrenos o preestrenos disfrazados de superhéroes y superheroínas.

Sin embargo, todo tiene su cara negativa. El éxito de las grandes empresas dificulta el despegue de los artistas indie que hacen cine independiente, con lo cual tienen bastante difícil mostrar su magnífico arte al mundo.

El cine comercial y el cine independiente son dos caras de la misma moneda y se necesitan para existir. Sin cine comercial, las salas de cine no harían lleno, y tal vez ahora no existirían muchos cines. Sin la existencia de cines, los artistas tendrían un lugar con mucha afluencia de gente menos para estrenar sus películas.

Hay que cuidar el cine indie, porque el cine comercial ya se cuida a sí mismo y tiene la suerte de contar con financiación constante de la empresa y las distribuidoras que lo avalan. Con respecto a las directoras o los directores de cine, disponen, a pesar de todo, de alternativas, como el mecenazgo o el uso de financiación.

Afortunadamente, muchas películas de artistas de cine indie no necesitan de un presupuesto excesivamente elevado para hacer sus películas.

En ocasiones, solo se necesita suficiente dinero para contratar a uno o dos actores, y para alquilar un local o reservar una localización específica. Eso depende de los gustos de cada cual y de lo que se pretenda mostrar.

Lo importante es tener en cuenta que, con mecenazgo o con créditos, la importancia social del cine independiente es crucial, pues muestra realidades que no son lo políticamente correcto que nos vende el comercial.