El boxeo no las salvo, ellas salvaron el boxeo
“Es la magia de arriesgarlo todo por un sueño que nadie ve, excepto tú”, esta frase podría resumir la historia de la boxeadora protagonista de la película Million Dollar Baby, una lección de vida con un telón de fondo como es el boxeo, sin duda una historia de superación personal y de la superación de algunos prejuicios de género.
Para la mayoría de la gente el boxeo femenino es algo desconocido, curioso y novedoso. Sin embargo, es una realidad. Cada vez se van eliminando mas los prejuicios hacia este deporte que se practicaba en su gran mayoría por hombres. A través de las nuevas modalidades de entrenamiento cada vez es más popular entre las mujeres, las cuales han conseguido que la luz empiece a alumbrar en un deporte injustamente estereotipado, que durante muchos años ha relegado al olvido sus múltiples beneficios y ha sido clasificado como violento.
Ya en la época de la antigua Grecia la participación en los Juegos Olímpicos estaba limitada a los hombres, una restricción que se basaba en que la mujer no era capaz de realizar una actividad física vigorosa e incluso podía afectar a su salud y capacidad reproductora, este tipo de acusaciones, sumado a ciertos factores psicosociales provocaban y provocan limitaciones en la participación de las mujeres en algunos deportes. A pesar de ello cada día se derriban más barreras, las mujeres nos demuestran con hechos su capacidad luchadora y que son tan competentes como puede ser un hombre en cualquier ámbito y en cualquier categoría deportiva.
En Mejorada del Campo, Madrid, el Club de Boxeo y Muay Thai “Gaonah” cuenta con un gran número de usuarias femeninas, cuando le preguntamos a Luiza Tomá deportista del centro por qué y cuando decidió empezar a boxear nos dice; -Empecé a decantarme por el boxeo cuando sentía que mi vida tocaba fondo. No es fácil despedirse de un ser querido, sumando los diferentes problemas con los que chocamos en nuestra vida cotidiana. Después de luchar conmigo misma, de llorar, cuestionarlo todo y sentirme culpable, llegó el momento de superar la etapa de duelo. Tras haber probado varios métodos para distraer mi mente que no resultaron efectivos, decidí limpiarme las lágrimas, levantarme y buscar algo que pudiese convertir todo lo que sentía en algo bueno. Le di un enfoque distinto y descubrí los valores asociados a este deporte, así fue como empecé a boxear.
En el boxeo encontramos unos beneficios asociados a su práctica, no solo físicos como puede ser mantenerse en forma, mejorar el sistema cardiovascular, quemar calorías, tonificar y bajar de peso, si no también psicológicos. Está comprobado que ayuda a mejorar la autoestima, recuperar la confianza en una misma, sentirse segura al utilizarlo como método de autodefensa. De igual manera ayuda a instaurar unos valores como son la constancia, sacrificio, disciplina, motivación e integración en el grupo.
Otra alumna del gimnasio, Laura Cabezón, añade que "el boxeo femenino es un deporte muy completo que aporta mucho a nivel personal y a nivel físico. Además, rompe los estereotipos de género y ayuda a luchar contra la desigualdad en el deporte". Y es que, a pesar de los avances conseguidos en los últimos años, todavía existen muchas barreras y estereotipos que dificultan la participación de las mujeres en el mundo del deporte.
Por eso, es fundamental seguir apoyando y promoviendo la práctica del deporte en igualdad de condiciones para hombres y mujeres, y reconocer el valor de las mujeres que, como las boxeadoras mencionadas, se atreven a arriesgarlo todo por sus sueños y por demostrar su talento en un deporte que todavía tiene mucho camino por recorrer en cuanto a igualdad y reconocimiento.
En definitiva, el boxeo femenino es mucho más que un deporte de contacto físico. Es una muestra de la valentía, el esfuerzo, la dedicación y la superación personal de las mujeres que, día a día, luchan por hacerse un hueco en un mundo que todavía tiene prejuicios y estereotipos que derribar. Pero, como bien dice la frase inicial, la magia de arriesgarlo todo por un sueño que nadie ve, excepto tú, es algo que vale la pena vivir y que merece todo nuestro apoyo y reconocimiento.

Daniel P. Rodríguez























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