Sensibilicemos lo insensible
Crear es un don y como tal debemos premunirlo de apoyo. Venga de donde venga. Y al decir esto es bueno que abramos nuestra mente y corazón a la realidad existente a nuestro alrededor, es decir, sabemos que existen personas que naturalmente han llegado a este mundo con dones artísticos, unos en el baile, otros en la acrobacia, otros en el dibujo y la pintura, otros en las artes ilusionistas, etc., etc.
Pero el verdadero sentido humano debe llevarnos no sólo a entenderlos sino también a apoyarlos, desde donde estemos y con lo que podamos, ya que muchos de ellos carecen de soporte económico para dar a conocer esa habilidad innata. Es más, no siempre será menester (dentro de lo posible) recurrir al aspecto monetario, pues muchos de estos bien llamados artistas (refiriéndome a los que producen y crean productos como dibujos, pinturas, modelados) lo que necesitan son los implementos materiales con los cuales poder trabajar.
Los tenemos cerca, a un paso, y muchas veces los observamos y más nada. Creo que si el Estado no apoya a estos artistas, debemos valorarlos nosotros, quienes de alguna manera no tenemos (¿aún?) los dotes de aquellos.
Muchos estudiantes de Artes salen a las calles a demostrar sus destrezas y habilidades con los carboncillos creando paisajes, delineando rostros; otros con pinceles dan vida a imágenes que llevan en sus mentes, o bien haciendo uso de latas de pintura presurizada crean paisajes reales mezclados con lo imaginario, pero ciertamente obras admirables.
La cultura no sólo es un legado sino que también es una responsabilidad de cada pueblo y país. Pero dentro estamos cada uno de nosotros y nos compete revalorizar dicho contenido y fundamento histórico de nuestros pueblos.
El arte es amplio, tan sólo me he referido al que se realiza con lápices, pinturas y arcilla, pero el arte se discurre por otras esferas como las letras por ejemplo. No quiero ser injusto pero en donde haya un ser humano allí habrá arte.
Aprender a desarrollar estas habilidades es un derecho y a la vez una responsabilidad. Cuando fuimos creados los humanos, nacimos con ciertas dotes. Lo malo es que muchas veces o no tenemos oportunidades para desarrollarlas o nos quedamos sumidos en una larga y pesada pereza personal.
Gracias a los esfuerzos de muchas instituciones, actualmente se vienen desarrollando cursos en diferentes aspectos del arte y algunos municipios promueven durante todo el año la realización gratuita o semigratuita de estos mencionados cursos.
Aprovechemos todos, no hay límites de edad para llevarlos y sobre todo porque para muchos puede servir de fuente de ingresos económicos auxiliares.
Demos un realce a todo tipo de arte y respetemos la labor de los que aún siguen sin ser conocidos o renombrados, aunque sus obras son bellas y trascienden al ojo y al alma de los demás.

Darío Enrique





































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