Confesiones a Un Educador
Candela ha venido sola. Ha comenzado con la dinámica de siempre. Me acerco a ella. Sé que es lo que quiere. Ella se aleja y se ríe. Está segura de que siempre voy a ir a su encuentro. De esta manera, a su modo, ejerce un cierto control sobre mí. No sé si debiera modificar mi comportamiento al respecto o, seguir indagando un poco más en su particular forma de relación y comunicación. Tengo la certeza de que me está poniendo a prueba. Es un tema de límites. Le divierte y entretiene saber hasta dónde puede llegar y hasta dónde voy a aguantar yo. Está marcando las reglas del juego.
No soy yo quien la ignora si no ella la que toma las decisiones. Sé que le preocupa que sea yo quien pueda ignorarla, que apriete demasiado las clavijas acabando con mi paciencia, pero tiene una gran facilidad para intuir que no va a ser así. No sé si notara mi inseguridad al respecto y mi inexperiencia.
Me comunica que tiene una carta de Sabela escrita por ella porque así se lo había pedido su amiga. Sospecho, sin embargo, que la carta es de la propia Candela a juzgar por el contenido que hace referencia a un episodio acontecido ayer mismo con ella. Transcribo fielmente su ortografía y expresión: “Hola Puri: Soy Sabela, te digo que aller pasaste el magosto fatal por culpa mía. Puri lo siento. Perdona por favor. Puri te lo digo de rodillas. Contesta a esta pregunta: ¿Estás enfadada con alguno o alguna de nosotras?. Si no lo estás, nos lo dices.
Puri el primer día que te conocí me caíste muy bien, yo a ti no lo sé pero eso no viene ahora. Candela no tubo nada que ver en lo de ayer, ni tampoco estuvo diciendo cosas de mí. Yo no te quería decir nada, porque quería que te enfadaras con Candela y con Xavi. Si me perdonas díselo a ella, por favor. Además, a mí me fastidiaba que Candela te llamara “tía”. Nosotros te queremos mucho, aunque cuando nos marchamos…… no te damos un beso y sí a Alejandra y Mónica.
Desde ahora, cuando nos marchemos… a las 7 o por ahí te daremos un beso. Sabela” La confesión de Sabela que yo identifico que es de la propia Candela, aunque haya sido una confesión disfrazada, tiene el valor de declaración personal de su estado emocional y su deseo de ser disculpada. A Candela le cuesta mucho comunicarse por eso siempre que me quiere decir algo lo hace a través de un contacto brusco, cuerpo a cuerpo o, a través de cartas que dice haber sido escritas por otros.
En el poco tiempo que llevo conociendo a estos chicos he podido percibir la carencia de un lenguaje directo, llano y verbal orientándose su comunicación exclusivamente hacia el plano físico. Su malestar, agobio, tristeza, alegría, amistad, enfado, etc lo manifiesta a través de su yo corporal, a través de un lenguaje exclusivamente gestual en el que se ve implicado todo su cuerpo.
Candela combina dos estrategias de comunicación: su cuerpo real y un lenguaje gestual junto a esos intentos de comunicación verbal que toman la forma de escritos. También es cierto que ha confesado la autoría de algunos escritos (a los que es muy aficionada) de otros niños. Me preocupa el que tenga que emplear una modalidad indirecta para expresarse. Quizás exagero pero lo que más me impresiona es la excesiva dependencia afectiva que me tiene y temo haberle dado pie a adquirir ese enganche afectivo que puede estancar su proceso de maduración.
Siento curiosidad por conocer que es lo que subyace en el interior de Candela para sentir ese temor a ser desatendida emocionalmente. Espero, deseo que sea parte del desarrollo porque su excesiva susceptibilidad, manipulación, chantaje emocional, y enganche afectivo ha empezado a llamar la atención del resto de los educadores. Espero en las próximas semanas conocer más de ella y de su entorno.
(7 de Diciembre de 1992)
Escrito por Puri Vázquez (2005).FORMAD-HOC.

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